Comerciantes en Bello, Antioquia se movilizan para rechazar la violencia

Los comerciantes de Bello, norte del Valle de Aburrá, están cansados de tener de pagar extorsiones a los integrantes de los combos criminales para poder vender sus productos.  Con una serie de movilizaciones y plantones, los dueños y trabajadores de varios establecimientos protestan para que cese la violencia en el territorio y regrese la tranquilidad. 
 
Pese a los constantes refuerzos en seguridad, los negociantes denuncian el aumento de las vacunas y el riesgo al que se ven expuestos a diario. 
 
El comandante de la Policía Metropolitana, general Eliecer Camacho, dice que las autoridades reconocen la crítica situación de orden público en esta zona, pero insiste en que hacen un acompañamiento permanente y buscan nuevas estrategias para combatir a las estructuras criminales. 

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El general Camacho indicó que “es muy importante que la comunidad se una para rechazar estos actos de violencia. Nosotros estamos brindando un acompañamiento permanente a todos los sectores de este municipio”. 
 
En relación a los panfletos que amenazan a los empleados de una multinacional que tiene su sede en esta localidad, el comandante de la Policía Metropolitana indicó que “no podemos identificar de qué grupo específico provienen las amenazas, pero estamos adelantando las indagaciones para esclarecer el origen de las mismas y que la empresa siga operando con normalidad”. 

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La violencia en el territorio, ha afectado a todos los sectores de la población incluida la comunidad educativa con el reciente homicidio de Santiago Mena, de 14 años ocurrido afuera de la Institución Educativa Gilberto Echeverri, mientras esperaba a un compañero para una práctica deportiva. 
 
La muerte del joven preocupó a padres, educadores y estudiantes, al punto que doce instituciones educativas cambiaron sus horarios para evitar que los menores estén en la calle a altas horas de la noche.

Tres docentes fueron amenazados por integrantes de grupos criminales en esta localidad del norte del Valle de Aburrá, donde el orden público deja hasta ahora un saldo de 64 muertes violentas en lo corrido de este año.