La violencia en el Bajo Cauca ha desplazado a más de dos mil personas hacia Medellín
Por causa de los enfrentamientos armados entre diferentes grupos ilegales, más de dos mil habitantes de cuatro municipios del Bajo Cauca antioqueño abandonaron sus casas durante los primeros cuatro meses del 2019 y se asentaron en Medellín en casas de amigos y familiares o en algunos casos llegan a buscar refugio en inquilinatos.
El registro de la alcaldía de Medellín da cuenta de por lo menos 740 grupos familiares que reciben apoyo integral que incluye acompañamiento psicológico, registro en la base de datos de la Unidad para las víctimas y albergue.
La secretaria de inclusión social, Paulina Suárez Roldán, aseguró que en el último mes 175 habitantes de Tarazá, Cáceres, Caucasia y El Bagre han salido de sus territorios por amenazas de grupos armados o por temor a los enfrentamientos.
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En esta subregión hacen presencia el Clan del Golfo, disidencias de las Farc, el ELN y los Caparrapos. La lucha por el dominio de los corredores de tráfico de estupefacientes y la minería ilegal, deja como resultado un incremento de balaceras e inseguridad en cuatro localidades.
Según la secretaria Paulina Suárez, a la capital de Antioquia también llegaron 41 familias de Montelíbano, Córdoba en busca de ayudas.
El último desplazamiento forzado del que se tiene conocimiento ocurrió este fin de semana luego del homicidio de Oleiva Mazo Tuberquia la tarde del sábado en el corregimiento La Caucana, en Tarazá. De acuerdo con las investigaciones de las autoridades, la mujer y parte de su familia estaban de paseo en la región cuando un grupo de hombres armados la agredieron a ella y a su esposo quien quedó herido.
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Este marte el ministro de la defensa Guillermo Botero estará en Antioquia analizando la situación de orden público en el Bajo Cauca.