El exjefe del Clan del Golfo, Dairo Antonio Úsuga, alias Otoniel, fue condenado ante un juzgado de Nueva York (Estados Unidos) a 45 años de prisión por delitos relacionados con narcotráfico.
El 25 de enero de este año, 'Otoniel' se declaró culpable de ese delito y la fiscalía norteamericana pidió una pena de 45 años de cárcel. La sentencia estuvo a cargo de la jueza Dora Irizarry.
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Alias Otoniel fue arrestado en octubre de 2021 durante el gobierno de Iván Duque. Meses después, en mayo de 2022, el exjefe del Clan del Golfo fue extraditado hacia Estados Unidos, país que lo solicitaba para que respondiera por cargos relacionados con toneladas de droga exportada hacia Nueva York a través de Centroamérica.
El acuerdo de extradición fijó desde un principio que en el acuerdo de extradición, la justicia estadounidense no podría sentenciar a Úsuga a cadena perpetua, ya que esta pena no existe en Colombia.
Tras declararse como culpable en enero de 2023, la defensa de Úsuga empezó a formular su caso basado en una pena máxima de 25 años.
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El argumento detrás de esta premisa fue poner a consideración de las autoridades que alias Otoniel creció en un contexto rural marcado por la pobreza y la presencia de grupos armados ilegales y fue víctima de reclutamiento forzado a los 16 años.
Además, su defensa argumentó que Úsuga, de 51 años, no se encontraba muy bien de salud, y una pena mayor a 45 años condicionaba su regreso a Colombia, país donde quería pasar sus últimos años.
Paralelamente, la Fiscalía federal de Estados Unidos envió una carta a la jueza del caso, Dora Irizarry, en la que pidió que imponga 45 años de prisión, pena máxima que se le puede imponer a un individuo acusado por delitos de narcotráfico en Estados Unidos.
En una carta de 11 páginas enviada a Irizarry, la Fiscalía pidió ese castigo que considera "es suficiente pero no mayor de lo necesario" a Úsuga, quien se había declarado culpable de los cargos de trabajar en una organización criminal, de conspiración marítima para la introducción de narcóticos en Estados Unidos y conspiración para la distribución de narcóticos.
La jueza también recibió cartas de familiares de víctimas de las actividades del Clan de Golfo, entre ellas de la viuda del policía John Gelber Rojas Colmenares, quien murió en febrero del 2017 mientras cumplía con su trabajo.