El Amazonas en crisis: mueren delfines y el nivel del río desciende a mínimos históricos

Según Fabio Andrés Bernal, subdirector de hidrología del Ideam, la situación en la cuenca del Amazonas, que abarca Colombia, Perú y Brasil, es crítica, “el río Amazonas, en ese sector de Colombia, es alimentado por todas las afluencias que vienen desde la cuenca en Perú. Así como aquí en Colombia se han presentado diferentes fenómenos que han afectado los caudales, lo mismo ha sucedido en Perú, generando un descenso preocupante en el flujo de agua”.

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Bernal explicó que, aunque para esta época del año es normal un descenso en los niveles del río, este año la situación superó los registros históricos. “Los valores que se han presentado recientemente en las estaciones ubicadas en Colombia muestran niveles por debajo de los históricos. El río ha descendido más de 5,5 metros, cuando normalmente baja entre 3 y 4 metros en esta época del año”.

El problema se agrava en Leticia, la capital del Amazonas colombiano, donde la navegación está gravemente afectada. Esmerindo Pinto Escobedo, teniente del cuerpo de bomberos de Leticia, señaló que “El río Amazonas hoy presenta un nivel bastante bajo, nunca visto en la historia. La navegación está precaria tanto en Colombia como en Brasil y Perú, si sigue bajando el nivel del río, el comercio entre los tres países se verá seriamente afectado”.

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Además, Pinto advirtió sobre la pérdida de afluentes del río y el riesgo de racionamiento de agua potable en Leticia. “Ya hay afluentes que se han secado, y la falta de agua potable es un problema creciente. Es probable que pronto entremos en racionamiento”, agregó.

El bajo nivel del agua también está afectando gravemente la fauna. Pinto Escobedo reportó la muerte de varios delfines rosados, emblemáticos de la región. “En Brasil y Perú ya han muerto delfines, y aquí en Colombia también hemos visto la pérdida de algunos delfines”, afirmó.

La situación es preocupante no solo para los delfines, sino también para otras especies acuáticas y las comunidades indígenas que dependen de la pesca, la cual ha disminuido considerablemente.

Otra de las consecuencias de la crisis ambiental son los incendios forestales. Según el teniente Pinto, “Desde julio hasta septiembre hemos atendido más de 200 puntos de calor. Es una situación preocupante”. Además, fuertes vendavales y lluvias causaron daños en más de 40 viviendas, dejando decenas de familias damnificadas.

Las autoridades locales y las comunidades indígenas le solicitan ayuda al gobierno nacional para hacer frente a la crisis. La situación en Leticia, Puerto Nariño y otras áreas no municipalizadas es crítica, especialmente en lo que respecta a la provisión de agua potable y alimentos. 

Finalmente, el Ideam espera que con la reactivación de las lluvias, previstas para octubre, el río comience a recuperarse. Sin embargo, la entidad continuará monitoreando de cerca el nivel del Amazonas y mantendrá una estrecha colaboración con las autoridades de Perú y Brasil para enfrentar este desafío ambiental.