Dale vida a mis piernas: oración de joven que caminó por milagro de hermana Berenice
Sebastián Vásquez Sierra, de 7 años, estaba hospitalizado en la Clínica León 13 de Medellín, cuando la religiosa Noelia Corrales de la Congregación de las Hermanitas de la Anunciación le llevó una oración de la hermana María Berenice Duque.
Desde entonces, el niño le rezó durante muchos años para que lo curara de la enfermedad degenerativa que sufría y que lo dejó en silla de ruedas y con sonda para alimentarse.
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A los 14 años, Sebastián estaba en su casa en Caldas, sur del Valle de Aburrá, cuando vio unos destellos en la habitación. Se acordó de la oración, empezó a rezar, sintió un frío en las extremidades y se puso de pie.
"Me senté en la cama y vi dos luces que no se movían en el techo. Me acordé de la oración, la saqué y recé. Le dije: 'Madre María Berenice, vos que estás tan cerca de Dios, ve por un lado y decirle al Señor que mire a este niño que lleva tantos años enfermo, en una cama, en una silla de ruedas. Vos que puedes, dale vida a sus piernas y sana su cuerpo; dale vida a sus piernas y sana su cuerpo'. Fue solo eso. De un momento a otro, los destellos me jalaron con tanta fuerza que me puse de pie sin explicación", afirmó.
Por este milagro, el Vaticano anunció que la hermana María Berenice Duque será beatificada por el papa Francisco.
María Eugenia Sierra, mamá de Sebastián, contó que su hijo, quien actualmente tiene 34 años, siempre ha sido muy devoto. Recordó que casi no puede creer que hubiera podido recuperar la movilidad.
"Cuando toqué la puerta, él me abrió y yo le dije: '¡qué estás haciendo de pie, qué estás haciendo de pie!' Hasta le pegué (risas) porque me dio mucho susto que se dañaran las sondas que tenía. Mi hijo toda la vida ha rezado día y noche", afirmó.
La Arquidiócesis de Medellín expresó su alegría “con la promulgación que ha hecho la Santa Sede del milagro atribuido a la Venerable Madre Berenice, fundadora de las Hermanitas de la Anunciación, dando vía libre para su beatificación”. La religiosa nació en 1898 en Salamina, Caldas, y murió en 1993 en Medellín, donde hizo parte de su misión pastoral.