[Fotos] Artistas callejeros de Medellín animan a la “reina” Mariana Pajón en los Olímpicos de París
El fervor antioqueño por Mariana Pajón se mantiene. Desde los rincones más remotos de Medellín, la ciclista colombiana ha unido a todos bajo una misma bandera: el orgullo de ver a una de las nuestras brillar en el escenario olímpico más importante.
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La “reina” disputará en algunas horas la semifinal y final del BMX. Para rendirle un homenaje, algunos artistas callejeros pusieron su arte en el pasaje de Junín en el centro de Medellín para rendirle un homenaje a la bicicrosista antioqueña. Cabe recordar que Pajón ya había ganado dos medallas de oro en los Juegos Olímpicos de Londres 2012 y otra en los Juegos Olímpicos de Río de Janeiro 2016. Igualmente, otra medalla de plata obtenida en los Juegos Olímpicos de Tokio 2020.
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El Pasaje Junín, corazón comercial y cultural de Medellín, se ha convertido en un lienzo urbano gracias a la creatividad y el talento de sus artistas callejeros. Estos individuos, con sus pinceles, instrumentos musicales y habilidades artísticas, han transformado las paredes y el ambiente del pasaje, enriqueciendo su identidad y atrayendo a visitantes de todas partes.
Otros deportistas antioqueños
Para sus amigos y nosotros como familia, Santiago ya es un campeón", esas son las palabras que manifiesta Pablo León Arcila, padre del atleta Santiago Arcila, quien está clasificado a los octavos de final en tiro con arco en los Olímpicos de París.
Hoy su padre lo recuerda con amor y vive de cerca este momento que podría cambiarle el rumbo a Colombia en las competiciones de tiro con arco.
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Don Pablo relató que la formación de Santiago no ha sido fácil ya que explicó que: "como cualquier otro joven, ha vivido aciertos y desaciertos". Sin embargo, el acompañamiento de la familia, le ha dado la fuerza a este paisa de 24 años para que, jornada tras jornada, sueñe aún más en seguir adelante como profesional y deportista.
El sueño de Santiago siempre fue disparar: desde niño soñaba en ser un gran lanzador de tiro con arco. Así lo cuenta su padre, quien con alegría, lo ha apoyado y asegura que jamás ha dejado de creer en el buen hijo que tiene.
El camino de Santiago no ha sido fácil. Don Pablo recuerda que cuando niño, Santiago tenía que ir en bus hasta el instituto de deportes de Sabaneta, donde se formó y entendió que un día como hoy, un lanzamiento de tiro con arco, no solo podría cambiarle su vida, sino que le podría dar felicidad a todo un país y marcar su nombre para siempre en una competición olímpica.
"Como en Envigado no había donde practicar el tiro con arco, entonces Santiago se transportaba en servicio público hasta Sabaneta y, en el INDESA, empezó a formarse y a aprender lo que para él, es más que un estilo de vida", dijo su padre.
Por ahora, solo quedan los buenos recuerdos y la próxima jornada, que será este 4 de agosto en la madrugada, donde Santiago gane o no, seguro, escribirá el nombre de Colombia en lo más alto de los olímpicos.