La Historia de la Mafia: Los Priscos, hermanos de la muerte en Medellín
En las sombras de la Medellín de los años 80, surgió una agrupación criminal que se convertiría en el brazo armado más temible del Cartel de Medellín: Los Priscos. Liderados por los hermanos Prisco, este grupo de hombres despiadados se sumergió en un mar de violencia, dejando tras de sí una estela de sangre y terror.
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Los Prisco, apellido poco común en Colombia, se convirtieron en sinónimo de muerte y destrucción. Armando Alberto, Eneas, José Rodolfo y David Ricardo, los cuatro hermanos al frente de esta organización, tejieron una red de complicidades y asesinatos que sacudió los cimientos del país. Su quinto hermano, Conrado Antonio, un médico que se mantuvo al margen de la vida criminal, contrastaba de manera abismal con la violencia que caracterizaba a su familia.
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En la cúspide de su poder, Los Priscos reclutaron a más de 300 hombres, convirtiéndose en una verdadera máquina de matar al servicio de Pablo Escobar. Secuestros, atentados terroristas y asesinatos a sangre fría se convirtieron en su pan de cada día. Cualquier atentado o asesinato de importancia perpetrado por el Cartel de Medellín entre 1984 y 1990 llevaba la inconfundible marca de Los Priscos.
El ataque recordado de la Macarena
Ese sábado 16 de febrero de 1991. La ciudad, envuelta en el fervor taurino, se congregaba en la plaza de toros La Macarena. Una tarde que prometía emoción y alegría se transformó abruptamente en una noche de luto y desolación.
A las 6:10 p.m., una explosión ensordecedora sacudió la ciudad, convirtiendo una celebración en un escenario de horror.
El estruendo de la bomba, calculada en 200 kilos de explosivos, resonó en los bajos del puente de San Juan. La onda expansiva, despiadada y certera, arrasó con todo a su paso.
Alerta Paisa reconstruyó ese momento que marcó la vida de los antioqueños. En el recuerdo de la historia antioqueña quedaron los vehículos destrizados, vidrios rotos y cuerpos ensangrentado. Esa fiesta taurina, que minutos antes bullía de vida, se había extinguido bajo una nube de humo y escombros.
La banda de música Marco Fidel Suárez, que amenizaba la corrida, también sufrió las consecuencias de la tragedia. Tres de sus integrantes, Bertulfo Alfonso Rincón, Absalón Alzate y Arturo Tobón, perdieron la vida en el atentado. Una pérdida irreparable para la cultura musical de la ciudad.
La investigación apuntó hacia la banda criminal Los Priscos, que habría perpetrado el atentado en represalia por acciones militares en su contra.