La policía quería salvar a un “gringo” en Medellín: La vida le dio otra oportunidad

Un ciudadano estadounidense atentó contra su vida al lanzarse desde la ventana de su apartamento, ubicado en la calle 33 número 66B-115, en la comuna de Laureles, occidente de Medellín. 

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A pesar de los esfuerzos de varios patrulleros de la policía por evitar la tragedia, el extranjero, en un estado de exaltación, cumplió su cometido. 

Al llegar al lugar, los policías encontraron al hombre agitado y amenazando con arrojarse al vacío. Tras varios minutos de diálogo, el ciudadano estadounidense no desistió  y se lanzó por la ventana de su habitación. 

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Inmediatamente, los uniformados se movilizaron para auxiliar al hombre, cuyo nombre no ha sido revelado. Debido a la gravedad de las heridas, fue trasladado de urgencia a la Clínica Las Américas, donde permanece en estado crítico y su pronóstico es reservado. 

Unidades investigativas de la policía han iniciado una investigación para esclarecer los motivos que llevaron al ciudadano estadounidense a tomar esta drástica decisión. Se desconocen detalles sobre su identidad y el tiempo que llevaba residiendo en Medellín. 

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ras allanarse a cargos, un juez de conocimiento condenó a Henry Carreño a la pena de 38 años y 3 meses de prisión, por su responsabilidad en el asesinato de su pareja sentimental, en un inmueble del barrio Santa Cruz de Medellín.  

Según la Fiscalía, Carreño aceptó los cargos antes de iniciar el juicio oral y fue condenado por los delitos de feminicidio y hurto calificado, ambas conductas agravadas.  

Sobre los hechos 

Los hechos ocurrieron el 12 de mayo de 2021, cuando el agresor atacó con arma blanca a la mujer, luego huyó del lugar, con joyas y dinero en efectivo, en un vehículo de propiedad de la víctima. El carro fue hallado varias horas después en un parqueadero de la Terminal del Norte de Medellín. 

Las pruebas presentadas por la Fiscalía demostraron que Carreño fue contactado por la familia de la víctima, para que les permitieran hablar telefónicamente con ella; pero este contestó que se encontraba dormida. Se demostró, además, que después del crimen, el hombre huyó a Bogotá en un bus de transporte intermunicipal. 

Entre tanto, la Fiscalía tramitó la expedición de una notificación azul ante la Interpol y logró ubicarlo en Guayaquil, Ecuador.  

El 11 de abril de 2024, el hoy sentenciado fue extraditado a Colombia y dejado a disposición de una fiscal de la Unidad de Vida de la Seccional Medellín que adelantó la investigación.