Un escolta se enfrentó a bala con fleteros en Medellín: Uno murió y otro resultó herido

Una persona muerta y otra herida dejó intento de fleto registrado en el barrio Belén Miravalle, en el suroccidente de Medellín. 

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Según las autoridades, un escolta repelió el ataque de dos sujetos armados, dejando como saldo un hombre muerto y un adolescente lesionado. 

Los hechos se desencadenaron cuando los delincuentes interceptaron a un vehículo particular y amenazaron al conductor con armas de fuego.  

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El escolta, al percatarse de la situación, respondió al ataque, hiriendo a ambos asaltantes. Uno de ellos falleció en el lugar, mientras que el otro fue trasladado a un centro asistencia, así lo manifestó el comandante de la policía metropolitana, general William Castaño 

El comandante de la policía Metropolitana manifestó que luego de los hechos el escolta aportó la documentación que establecía el porte de armas.   Igualmente, las autoridades investigaran el suceso. 

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Uniformados del Gaula de la Policía Nacional capturaron en Bogotá a Manuel David Zapata Rivera, de 23 años, presuntamente responsable del homicidio y la desaparición forzada de un amigo suyo, en hechos ocurridos en el oriente antioqueño.

Ante esto, un juez de control de garantías le impuso medida de aseguramiento en centro de reclusión. Según la investigación de las autoridades, la víctima desapareció la madrugada del 26 de agosto de 2023, luego de salir de su vivienda, ubicada en el municipio de Alejandría, Oriente antioqueño.

Al parecer, el hombre salió a recoger a tres personas en la vereda Tocaima, para llevarlas al aeropuerto José María Córdova, en Rionegro. 

Al llegar el conductor fue sorprendido por Zapata Rivera quien, le habría disparado. Una vez cometido el crimen el presunto homicida trasladó el cadáver en el mismo vehículo de la víctima a una zona despoblada donde lo enterró. Además, habría rociado cal en el lugar para evitar que fuera desenterrado por animales. El carro también fue limpiado con el objetivo de eliminar rastros del hecho. 

El uso de luces forenses permitió evidenciar rastros de sangre en el asiento del conductor y el baúl. Los estudios genéticos realizados por Medicina Legal determinaron que los fluidos recuperados pertenecían a la víctima.

Luego de esto se desplazó a Medellín donde vendió el vehículo por ocho millones de pesos, y habría usado el celular de la víctima para pedirle dinero a la familia del conductor asesinado. El vehículo hurtado fue inmovilizado semanas después en Medellín. 

La Fiscalía imputó al procesado los delitos de homicidio, desaparición forzada, hurto calificado, todas las conductas agravadas; además de fabricación, tráfico, porte o tenencia de armas de fuego, y acceso abusivo a un sistema informático. Cargos que no fueron aceptados.