Hallan un kilo de clavos y tornillos en estómago de paciente

Médicos lituanos informaron que encontraron un kilogramo de clavos y tornillos dentro del estómago de un hombre que empezó a engullir objetos metálicos tras dejar de beber alcohol.

El hombre, cuya identidad no fue revelada por confidencialidad médica, fue ingresado con graves dolores abdominales en un hospital en la localidad de Klaipeda, en el litoral del mar Báltico.

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Una radiografía de su estómago mostró que en su interior había piezas metálicas de hasta 10 centímetros.

"Durante las tres horas de operación (...), se sacaron todos los objetos externos, incluidos los más pequeños, del estómago del paciente", dijo el cirujano Sarunas Dailidenas.

El hospital transmitió a medios locales una fotografía de una bandeja quirúrgica con los clavos y tornillos.

"Nunca habíamos visto nada parecido", aseguró a la prensa Algirdas Slepavicius, jefe del servicio de cirugía del hospital de Klaipeda.

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Este doctor explicó que el paciente empezó a tragarse objetos metálicos tras haber dejado de tomar alcohol el mes pasado.

Añadió que, después de la operación, el estado de salud del paciente era estable.

Pacientes con objetos en su cuerpo no es un hecho extraño

Hace un par de meses la prensa internacional reportó la historia de un hombre que tuvo por catorce meses con una hoja de cuchillo dentro de su torso. Este curioso hecho se registró en la ciudad de Kidapawan, Filipinas.

En los primeros meses de 2020, Kent Ryan Tomao fue víctima de una agresión con arma blanca parte de unos adolescentes. En ese entonces él fue atendido por un equipo médico pero en un hecho de negligencia, no le practicaron los exámenes adecuados para analizar la profundidad de la herida.

Debido a que los médicos procedieron a suturar la herida, nunca se verificó que había una hoja de cuchillo en el interior del paciente. 

Lo más extraño del hecho, es que el sujeto nunca manifestó una dolencia seria pese a tener una pieza de metal filosa dentro de su cuerpo. En su momento Kent Ryan Tomao le indicó a la prensa local que nunca notó la presencia del objeto en su torso, e indicó que cuando hacía frío llegaba a sentir un dolor en el pecho, pero no era lo suficientemente intenso como para preocuparlo.

De hecho, el hombre nunca tomó acciones legales contra el hospital que lo atendió y solo se preocupó por buscar la atención médica necesaria para que le quiten el peligroso objeto de su cuerpo.