La princesa de Gales pide perdón por alterar foto difundida por agencias fotográficas

La princesa de Gales, Catherine, pidió disculpas y asumió la responsabilidad por un error de edición que ha llevado a agencias fotográficas internacionales a retirar una fotografía oficial de ella y sus tres hijos.

La imagen, tomada por el Príncipe William en Windsor la semana pasada y entregada a los medios a través del Palacio de Kensington para conmemorar el Día de la Madre, ha generado controversia debido a lo que parece ser una manipulación de la imagen.

En un post publicado en las plataformas de redes sociales del Príncipe y la Princesa de Gales, Catherine expresó sus disculpas y señaló: "Como muchos fotógrafos aficionados, de vez en cuando experimento con la edición. Quería expresar mis disculpas por cualquier confusión que haya causado la fotografía familiar que compartimos ayer. Espero que todos los que celebran hayan tenido un muy feliz Día de la Madre", se indicó.

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La admisión de la princesa de que fue su error se produjo poco después de que varias agencias, incluidas Associated Press, Agence France-Presse, y Reuters, retiraran la foto de su servicio de imágenes. Un portavoz de PA Media, una agencia de noticias del Reino Unido, indicó que la imagen fue publicada de buena fe, pero ante las preocupaciones surgidas sobre la misma, decidieron eliminarla de su servicio fotográfico.

El incidente ha generado consternación dentro de la familia real, ya que la fotografía tenía la intención de servir como garantía de la recuperación de Catherine después de su cirugía abdominal hace dos meses. Además, existe frustración debido a que el incidente corre el riesgo de eclipsar el servicio del Día de la Commonwealth en la Abadía de Westminster, un compromiso clave en el diario de la familia real.

Fuentes reales revelaron que la princesa realizó "pequeños ajustes" en la imagen y que tanto ella como el Príncipe de Gales buscaban ofrecer una imagen informal de la familia junta para el Día de la Madre. Sin embargo, surgieron preocupaciones sobre la edición de la imagen, incluyendo detalles como la falta de una parte de la manga de la princesa Charlotte y el borde desalineado de su falda, así como otras especulaciones sobre la posición de la cremallera de Catherine y la posición de una de las manos del príncipe Louis.

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El Palacio de Kensington enfrentó una creciente presión, debido a esta debacle, y la controversia ha sido descrita como "perjudicial" para la confianza del público en la familia real.