Pese a acusaciones mutuas de violaciones del alto el fuego, inicia el último día de tregua entre Israel y Hamás en Gaza que se mantuvo en las últimas horas con más liberaciones: tropas palestinas soltaron a 12 rehenes en la Franja y las autoridades israelíes liberaron a 30 presos palestinos.
Diez rehenes israelíes -todas mujeres- y dos tailandeses fueron liberados en la tarde de este martes y trasladados a Israel vía Egipto, a lo que siguió la excarcelación de 15 mujeres y 15 menores palestinos de las cárceles de Tel Aviv, como parte del intercambio humanitario, elemento clave del acuerdo de cese el fuego temporal que arrancó el viernes y que terminará en la noche de este miércoles si no hay ningún anuncio nuevo de prórroga.
Desde el viernes, Hamás liberó a 60 rehenes israelíes e Israel puso en libertad a 180 presos palestinos. Todos son mujeres y niños por ambas partes, y las milicias palestinas también liberaron a 21 cautivos extranjeros en la Franja, entre ellos dos tailandeses.
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Como ha sido habitual desde que este acuerdo empezó, los rehenes de Gaza salieron a través del paso de Rafah con Egipto y después entraron a territorio israelí, mientras que los palestinos fueron trasladados de varias cárceles israelíes a la prisión de Ofer y el centro de detención de Jerusalén, y desde ahí se les dejó en libertad hacia Cisjordania o la Ciudad Santa.
Todo ello se produce mientras Catar, Egipto y EE.UU. median entre Hamás e Israel para una posible ampliación del período de tregua.
El director de la CIA, William Burns, el del Mossad israelí, David Barnea, y el jefe de la Inteligencia egipcia, Abás Kamel, se reunieron en Catar para explorar las opciones de lograr un alto el fuego permanente, indicó a EFE una fuente de seguridad.
Según Hamás, unas 250.000 familias se han quedado sin hogar después de que los ataques israelíes causaron daños materiales a unas 300.000 viviendas del enclave, entre estas 50.000 totalmente destruidas y otras 250.000 casas destruidas parcialmente.
A su vez, el Gobierno de Gaza siguió alertando de la grave crisis humanitaria en la Franja de Gaza por el cerco israelí casi total que vetó el acceso de comida, agua, combustible o suministros médicos durante unos 50 días de guerra, lo que aún está provocando cortes de electricidad por la falta de gasolina para los generadores.
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Esta escasez se comenzó a aliviar tras el acceso de dos centenares de camiones con ayuda humanitaria a nivel diario desde el viernes, pero según las autoridades gazatíes no es suficiente para satisfacer las necesidades básicas de los 2,3 millones de habitantes de Gaza.
A la "catástrofe humanitaria" se une "la llegada del invierno y las lluvias", por lo que no tener combustible para la electricidad será otro reto añadido mientras vayan bajando las temperaturas.
Pese a una posible prolongación adicional del alto el fuego, Israel ha insistido en que una vez se consigan liberar a más rehenes volverá a atacar Gaza con su meta de erradicar a Hamás.