¿Tiene pérdida de memoria después de sufrir Covid-19?: estas serían las causas

Desde el año 2019, las alertas del sector de la salud se encendieron después de que en China se detectaran los primeros casos de un nuevo coronavirus que se estaba transmitiendo rápidamente entre los humanos. A pesar de los diferentes esfuerzos hechos por las autoridades, el virus se transmitió a lo largo del mundo y produjo graves consecuencias en algunos países. 

En sus inicios, los gobiernos cerraron sus fronteras y encuarentenaron a todos los ciudadanos, sin embargo, miles de personas resultaron contagiados y tuvieron fuertes síntomas o incluso llegaron a fallecer.  

Dicha enfermedad dejó algunas secuelas que hasta día de hoy son estudiadas, pues hay quienes dicen que perdieron el sentido del olfato, el gusto o hasta tienen problemas de memoria después de sufrir dicho virus. 

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Según una teoría presentada por la Asociación Británica de Infecciones, de 120 pacientes que estaban infectados por coronavirus, cerca del 34% tuvo pérdida de memoria, mientras que el 27% tenía perdida de concentración después de su recuperación.  

Estas consecuencias fueron estudiadas por científicos de la Universidad de Harvard, quienes publicaron un artículo con los resultados de la investigación y asombraron al mundo con su descubrimiento. 

Para realizar dicha investigación se hizo un análisis de RNA-seq (secuenciación del ácido ribonucleico) de varios pacientes que habían fallecido por COVID-19 y otros que no sufrieron la enfermedad.  

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Los investigadores determinaron que cuando una persona está infectada, el virus SARS-Cov-2 hace que se produzca una inflamación en la corteza frontal cerebral; de esta manera, algunas moléculas relacionadas con el envejecimiento cognitivo, interferones tipo I/II y Factor de Necreosis Tumoral (TNF), se eleven y afecten el cerebro. 

Asimismo, mediante la observación se encontró que en tres pacientes antes de morir se les subió de manera impresionante la molécula TNF. 

Por esta razón, los científicos determinaron que los pacientes más graves tuvieron “firmas moleculares” de deterioro cognitivo, que son importantes a la hora de examinar el envejecimiento.