Por cuenta de las fuertes precipitaciones de los últimos días en el municipio de Liborina, occidente de Antioquia, la quebrada Juan Barriga se desbordó, afectando la vía que comunica al casco urbano con varios sectores rurales como el corregimiento San Diego y las veredas Curití y El Guamal.
La situación generó daños en por lo menos seis acueductos que tienen afectadas a cerca de dos mil habitantes, razón por la cual la administración municipal decidió declarar la calamidad pública, como una herramienta para gestionar oportunamente recursos para atender la emergencia.
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"Hemos tenido el apoyo de EPM con un carrotanque y empezamos a repartir el agua en la zona urbana. En los acueductos de la zona rural las comunidades han llamado a solicitar tubería para poder solucionar porque se dañaron las vías de acceso y también las tuberías de conducción desde la bocatoma hacia el tanque de distribución. Seguimos trabajando para mirar los daños ocasionados", indicó la mandataria.
Desde la Administración aseguraron que se encuentran gestionando la llegada hasta las zonas afectadas de maquinaria amarilla con el fin de reestablecer, lo más pronto, la movilidad de los habitantes y evitar el desabastecimiento de alimentos.
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En días anteriores esta misma figura fue acogida por el distrito de Medellín, luego de las constantes lluvias, con la finalidad de tener mecanismos que brinden atención rápida y oportuna a las familias que se vean afectadas por la temporada de lluvias.
Laura Duarte, directora del Dagrd, afirmó que esta decisión va en concordancia con lo declarado en la Presidencia de la República que es la situación de desastre nacional y que va de la mano con la calamidad pública del departamento.