Las agresiones sexuales comenzaron cuando la víctima tenía seis años.
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1 Jun 2020 01:20 PM

Por abusar de su propia hija durante cinco años, lo enviaron a prisión

Luz Marina
Arango Bolívar
Las agresiones sexuales comenzaron cuando la víctima tenía seis años.

En otro caso de ataques contra la integridad y la libertad sexual de menores de edad en Medellín, un juez envío a prisión, a un hombre, quien, al parecer, abusó sexualmente de su hija durante cinco años.

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Según la investigación coordinada por un fiscal del Centro de Atención Integral a Víctimas de Abuso Sexual (Caivas), los vejámenes contra la menor comenzaron en el año 2012, cuando tenía 6 años de edad, y se extendieron hasta el 2017.

Los hechos fueron denunciados por la madre de la víctima, quien notó anomalías en las partes íntimas de su hija y cuando la remitió a un centro médico le confirmaron que había sido víctima de violencia sexual. 

Al término de las audiencias preliminares, en las que el representante de la Fiscalía presentó suficientes elementos materiales probatorios, el Juzgado 31 Penal Municipal de Medellín, con funciones de control de garantías, impuso medida de aseguramiento en centro carcelario en contra del procesado, como presunto responsable de los delitos de actos sexuales con menor de 14 años y acceso carnal abusivo con menor de 14 años agravado, en concurso homogéneo. 

El  hombre de  38 años de edad, no aceptó los cargos y su defensa apeló la decisión de primera instancia ante los Jueces Penales del Circuito de Medellín.

Un juez aseguró en la cárcel a un depravado sexual, quien al parecer, accedió carnalmente a su propio hijo y a su sobrino, de 7 y 10 años respectivamente, y realizó tocamientos indebidos en contra de su hija de 10 años, a quien obligaba a presenciar los vejámenes que le hacía a los dos niños.

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Según los investigadores judiciales, a principios de este año, el presunto depravado comenzó los actos ilícitos contra los menores. Luego en el mes de marzo publicó fotografías con contenido erótico sexual en una red social, en las que los protagonistas eran los tres menores. Los ultrajes ocurrieron en una vivienda del municipio de Bello, Norte del Valle de Aburra.