La ampliación de cuidados intensivos en el Hospital San Francisco de Asís de Quibdó se retrasó debido a que las 20 camas que habían sido compradas tenían barandas pintadas y 15 años de antigüedad, y solo diez de los 20 monitores cumplían los requisitos.
El contrato de estos equipos médicos tuvo un costo de mil 600 millones de pesos y fue suscrito por la administración del suspendido gobernador Ariel Palacios.
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La denuncia la hizo el gobernador encargado de Chocó Jefferson Mena Sánchez, quien advirtió que se trata de un hecho de corrupción que puso en conocimiento de las autoridades competentes. Dijo que el Gobierno cumplió con el envío de los ventiladores, pero no se pudo hacer la adecuación por la deficiencia de los otros equipos.
"Son camas remanufacturadas, no son nuevas. Las camas de ese modelo se dejaron de fabricar hace 15 años. Aunque son funcionales, no es posible ni procedente hacer entrada formal al almacén y menos hacer uso de las mismas. Sobre los monitores, el informe de los biomédicos señala que solo diez cumplen con los requisitos establecidos en el objeto del contrato", afirmó.
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Chocó tiene 36 camas de cuidados intensivos, de las cuales, 33 están ocupadas, para un 91 por ciento. Además, 45 habitantes de ese departamento han sido remitidos a Antioquia, donde 19 están en hospitalización general y 26 en UCI.
Las autoridades anunciaron que el Gobierno se comprometió en enviar en los próximos días camas y monitores nuevos y funcionales que reemplacen los que están deteriorados y así lograr ampliar la capacidad de atención de pacientes críticos en Chocó.
? #Reporte por COVID 19 en el departamento de Chocó. pic.twitter.com/kQPfZuhUS0
— Gobernación de Chocó (@GobChoco) July 8, 2020