Crónica: El “ángel” de Medellín: Fue a buscar a un gato y encontró un bebé
El aullido del gato de doña Laura fue la premonición de que esa noche toda su vida iba a cambiar. Uno de sus ocho felinos escapó de su vivienda y su paradero era desconocido. El intenso frío se asociaba con la oscuridad y la soledad del momento. Nadie estaba en la calle, el silencio era abrumador, la presencia de los roedores y culebras de un pequeño parque ubicado a pocos metros de la casa de doña Laura, acechaban un posible festín que se escondía entre la maleza y la hierba.
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En medio de la baja temperatura, se asomaba un pequeño bebé, si un pequeño bebé que fue puesto en ese sitio, al parecer, por una madre indolente, que poco le importaba la salud y la vida del pequeño. Una diminuta manta rosada con bordes blancos cubría su cuerpo desnudo e indefenso. Y es que esta madre de familia poco le importó dejar a su hijo en un lugar en el cual la muerte rondaba entre la inocencia.
Pasadas las diez de la noche, Doña Laura salió de su casa, desafió el frío del momento con el propósito de encontrar a su gato perdido. Mientras buscaba al felino, la mujer escuchó algo extraño, un sonido diferente. No era gritos, tampoco aullidos, eran quejidos de una pequeña criatura que se ahogaba con la soledad y el frio del momento.
Como si fuera ese médico que utiliza su conocimiento para salvar la vida de su paciente o aquel guardaespaldas que usa su cuerpo para cubrir de las balas a su protegido, doña Laura utilizó sus manos para proteger al niño de tres semanas de nacido
Con una adrenalina al limite, esta madre corrió a su casa para cubrir al pequeño protegido. Sus hijos de 24 y 14 años miraban al pequeño forastero con sombro. El chisme tuvo velocidad, los conocidos de la cuadra llegaron a la casa. Una mujer embarazada le dio de comer al bebé que no era el suyo.
Doña Laura empezó a reflexionar, cree que lo sucedido hace parte de una gracia divina. Aun no se cree el cuento de convertirse en una heroína protectora. Lo que sí piensa, es que si no hubiera salido de su casa el niño hubiera muerto
Una llamada telefónica puso en alerta a la policía, un grupo especial de la unidad de infancia y adolescencia recibió las voces de auxilio de una mujer desesperada. El vehículo llegó al barrio Villa Sofia, allí en el sector de Robledo. De ese vehículo pesado se bajó la patrullera Shirley Ramírez, caminó de manera rápida a la casa de doña Laura. En el sitio encontró el pequeño bebé.
Y la historia del pequeño no termina allí, el niño fue trasladado por las autoridades al hospital San Vicente Fundación. Sin darse cuenta y conociendo la historia de este pequeño bebé, algún funcionario de esta institución vio la necesidad de ponerle nombre, sin pensarlo mucho y conociendo esta historia de película, pronunció la palabra EMANUEL. Nombre de origen hebreo, cuenta la Biblia que Isaías designa al Mesías venidero con este primer nombre. Emanuel esta en buenas condiciones, dijo el subintendente de la policía de infancia y adolescencia, Mauricio Suarez
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Y después de esta odisea, el gato perdido regresó a su casa sin que nadie lo tuviera que buscar. “Todo pasa por que tiene que pasar” fue la respuesta de Doña Laura quien desea el anonimato, desea ver nuevamente a Emmanuel.
Al final, el pequeño Emanuel pudo sobrevivir a esta película de terror, una mujer extraña distinta a su madre bilógica fue quien lo sacó de la muerte segura. Será ahora el ICBF quien asuma la responsabilidad de este pequeño hombrecito.