En Bello, más de 90 familias se enfrentan al Esmad para evitar el desalojo de un predio

El desalojo de por lo menos 90 familias del barrio Girasoles, en el municipio de Bello se convirtió en una batalla campal entre agentes del Esmad y los habitantes del sector que se resisten a abandonar sus casas, construidas en un predio propiedad del hospital mental de este municipio del norte del Valle de Aburrá. 
 
A los gases lanzados por los uniformados, los residentes respondieron con piedras y palos. Una de las afectadas asegura que hubo exceso de fuerza, por parte de las autoridades, que pretendían ingresar a las viviendas en las que hay población vulnerable. 
 
La mujer explicó que “este es un sector en el que viven muchos niños, adultos mayores y mujeres en embarazo, necesitamos que nos ayuden, porque esta es la inversión de muchos años de todas estas familias”. 

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Quienes tienen sus casas en este barrio sostienen que las construcciones iniciaron en 2014; sin embargo, la Alcaldía asegura que tienen registro solo hasta el 2018.

Dos tutelas presentadas por los residentes fallaron a favor de la administración local. Daniela Ortega, secretaria de Gobierno de Bello, manifestó que “esta invasión es producto de incendios provocados, con el fin de dañar la capa vegetal, destruir los pinos que allí existían y seguir construyendo”. 

Los afectados dicen que no es justo que esta diligencia se haga en medio de la pandemia, mientras que la Alcaldía asegura que pese a que marzo de 2019 se anunció que se realizaría el desalojo, las familias siguieron construyendo, omitiendo las sugerencias de las diferentes entidades. 

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La Secretaría aclaró que, contrario a lo que dicen los afectados, la Administración ha acompañado a las familias para buscar soluciones dignas de vivienda.