El balance provisorio del violento terremoto que golpeó el viernes una región al sudoeste de la ciudad turística de Marrakesh en Marruecos subió a 2.497 muertos, anunció este lunes el ministerio del Interior.
Un anterior balance brindado el domingo informó de 2.122 muertos. En un comunicado, el ministerio del Interior anunció que el número de víctimas mortales es ahora de 2.497 y que hay además 2.476 heridos.
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Marruecos anunció el domingo por la noche que había respondido afirmativamente "en este momento" a los ofrecimientos de España, Reino Unido, Catar y Emiratos Árabes Unidos de "enviar equipos de búsqueda y rescate".
Estos equipos se pusieron en contacto con sus homólogos en Marruecos para coordinar su trabajo, dijo el Ministerio de Interior en un comunicado.
España informó que había mandado a Marruecos 86 socorristas acompañados por perros de rastreo. Además, un vuelo humanitario de Catar despegó el domingo de la periferia de Doha, constató un periodista de la AFP.
El ministerio marroquí dijo que "si las necesidades evolucionan", pueden aceptar otras ofertas de ayuda.
A la espera del despliegue de nuevos equipos extranjeros, las autoridades marroquíes empezaron a levantar tiendas en la zona del Alto Atlas, donde pueblos enteros quedaron arrasados por la sacudida.
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Paisaje apocalíptico
Socorristas, voluntarios y soldados trabajan para encontrar supervivientes y extraer cuerpos sin vida de los escombros, especialmente en los municipios de la provincia de Al Hauz, epicentro del sismo al sur de la turística ciudad de Marrakech.
En Tikht, un pequeño pueblo cerca de Adassil, un minarete y un puñado de casas de adobe aguantan como únicas supervivientes en un paisaje apocalíptico.
"La vida ha terminado aquí", lamenta Mohssin Aksum, un vecino de 33 años. "El pueblo está muerto".
Cerca suyo, las fuerzas de seguridad marroquíes cavan las tumbas para las víctimas o instalan tiendas amarillas para los supervivientes que se quedaron sin hogar.
El terremoto ocurrió el viernes por la noche. De una magnitud 7 según el centro marroquí para la investigación científica y técnica y 6,8 para los servicios geológicos estadounidenses, es el sismo más potente en golpear este país.
Ante la amplitud de la destrucción, brota la solidaridad en Marrakech, donde numerosos habitantes hicieron fila en los hospitales para donar sangre.
"Estamos recogiendo productos alimentarios para ayudar a las zonas afectadas por el temblor", declaró a la AFP Ibrahim Nachit, miembro de la organización Draw Smile, que prevé también enviar una "caravana médica" a los lugares más necesitados.
"Creo que las provisiones alimentarias recogidas hoy deberían poder mantener a al menos 100 familias durante una semana", dijo a su lado Abdeltif Razouki, vicepresidente de la asociación.