La justicia resolvió otro caso de abuso reportado en la capital antioqueña, al condenar a 17 años y cinco meses de prisión, a un hombre que agredió sexualmente a su hijastra durante cinco años.
De acuerdo con la denuncia, formulada por la madre y la abuela de la víctima, los hechos investigados ocurrieron entre los años 2013 y 2017, en una vivienda del barrio Popular Número Dos, nororiente de la ciudad, donde vivía el victimario.
Los investigadores establecieron que durante la noche, el agresor laboraba en una fábrica de empaques y en el día aprovechaba que la madre de la menor salía a trabajar, para abusar de la niña.
Las conductas delictivas se iniciaron desde que la pequeña tenía siete años de edad y se extendieron hasta cuando cumplió los once años y se atrevió a contar lo sucedido.
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La sentencia de primera instancia fue proferida por el Juzgado 13 Penal del Circuito de Medellín, con funciones de conocimiento. El procesado fue hallado culpable del delito de acceso carnal abusivo con menor de 14 años, en concurso con actos sexuales con menor de 14 años, ambas conductas agravadas.
La víctima se encuentra bajo tratamiento psicológico porque en varias ocasiones atentó contra su integridad personal.
Otro caso de abuso
Entre tanto, un entrenador particular de ciclismo fue capturado y enviado a prisión porque, al parecer, abusó sexualmente de una alumna de 14 años de edad.
Los hechos investigados ocurrieron el 19 de enero del presente año, durante un entrenamiento deportivo en un parque natural de la capital antioqueña.
Según establecieron los investigadores, el entrenador le dijo a la adolescente que el objetivo de la clase era hacer un largo recorrido en bicicleta alrededor del sitio de esparcimiento, orden que acató la menor.
El profesor, de 29 años de edad, acompañó a la ciclista durante todo el trayecto y cuando estaban en zona boscosa la habría tomado por la fuerza y le habría tocado sus partes íntimas.
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De acuerdo con la medida de aseguramiento, proferida por el Juzgado 28 Penal Municipal de Medellín, con funciones de control de garantías, el procesado, quien además es docente de una institución educativa del sur del Valle de Aburrá, no aceptó los cargos imputados por el delito de acto sexual violento agravado.
La decisión de primera instancia fue apelada por la defensa ante los jueces penales del circuito de Medellín.