Iglesia Católica denuncia que grupos armados siguen sembrando minas en Murindó, Antioquia
Luego de una misión humanitaria y pastoral en Murindó, Antioquia, por parte de las Diócesis de Quibdó y Apartadó, donde hay 2.200 indígenas desplazados, la Iglesia Católica confirmó que el ELN y el Clan del Golfo continúan sembrando minas antipersonal, esta vez cerca de las casas y las escuelas.
Un mes después, identificaron que 20 personas continúan confinadas y sin alimentos, por miedo a caer en campos minados, ser asesinados o reclutados no están realizando sus actividades de pesca, caza ni agrícolas.
El obispo de Quibdó, monseñor Juan Carlos Barreto, aseguró que el ELN amenazó a los líderes indígenas de la zona y el Clan del Golfo a la comunidad en general, tras considerar que son colaboradores del Ejército de Liberación Nacional, pues ambos grupos armados se disputan el control del territorio.
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La representante Legal de la Organización Indígena de Antioquia, (OIA), Amelicia Santacruz, destacó que las comunidades Isla y Turriquitadó Llano exigen garantías de seguridad para regresar a sus casas. Recordó que la caída de un niño a un campo minado en febrero pasado, aumentó el temor de los menores a permanecer en el territorio.
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Entre tanto, la OIA insistió que una de las grandes preocupaciones es la facilidad de movilidad que tiene el Clan del Golfo y diferentes integrantes de los grupos armados en la zona; a pesar de la presencia de la fuerza pública y de las autoridades competentes.
En un comunicado, la Iglesia Católica y diferentes organizaciones sociales, insistieron en la necesidad de una intervención urgente, por parte del Gobierno Nacional, para evitar más violaciones a los Derechos Humanos de los pueblos indígenas en el departamento.