En la última semana, lo que sería una cría de ballena jorobada ha sido avistada en las costas del Urabá antioqueño. Según investigadoras de la Corporación Académica Ambiental de la Universidad de Antioquia, el ballenato está solo y perdido, pues su ruta en el Caribe está alejada del golfo de Urabá.
"Creemos que este visitante es un animal de ocho metros aproximadamente, lo estamos buscando para saber si está en capacidad de alimentarse por sí mismo, si puede sobrevivir o está en un estado de vulnerabilidad. No tiene dientes y no representa ningún riesgo para la salud humana", destacó María Camila Rosso Londoño, experta en mamíferos marinos y estudiante de doctorado Interinstitucional de Ciencias del Mar de la Universidad de Antioquia.
El pequeño cetáceo corre riesgo de quedarse varado y morir, o sufrir un accidente por causa de las embarcaciones rápidas y buques grandes que transitan por la zona.
De acuerdo con la Corporación para el Desarrollo Sostenible de Urabá, Corpourabá, el ballenato fue observado por última vez cerca a Bahía Triganá. El 15 de junio se registró su visita en las zonas del Roto y Bahía Colombia del municipio de Turbo, Antioquia.
La Corporación recomienda evitar pasar cerca del animal, frente a el o atravesarse. "Seguimos extendiendo la invitación a respetar su espacio y a tomar las respectivas medidas de precaución (...) no acercarse a más de 500 metros; en caso de tener motor en la embarcación, mantenerlo encendido y disminuir la velocidad. Este animal es tranquilo", indicó la entidad a través de un comunicado de prensa.
La principal preocupación de los expertos de la Universidad, es que el golfo de Urabá no es un lugar común en la ruta de las ballenas y los grandes delfines en el Caribe.
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"Ellos tienen rutas por donde pasan en el Caribe, que no incluyen el golfo de Urabá, así que se equivocó de camino, se desorientó, algo sucedió que lo separó de su grupo y entró acá. Estamos asumiendo que este ballenato está perdido y que su grupo debe estar hacia el norte, es decir, afuera del golfo. Esperamos que logre salir, pero por su edad, la probabilidad de supervivencia se reduce entre más tiempo se quede solo al interior del golfo", recalcó la profesora de la Corporación Académica Ambiental, Jenny Leal Flórez.
Usualmente lo primero que se ve del ballenato es el soplido. Las investigadoras hacen un llamado a los habitantes del golfo para que respeten la vida del ballenato y en caso de avistarlo, den aviso a la Universidad de Antioquia Sede Urabá; a Corpourabá; a la Fundación Omacha o al proyecto Delfin Gris, quienes se encuentran en la búsqueda de la cría.
"Las personas no están acostumbradas al contacto con estos ballenatos y creen que por ser grande atacará, pero no es así. Si se siente en peligro, el ballenato va tratar de escapar y defenderse, esto puede causar movimiento en el agua y afectar las embarcaciones. En condiciones normales no hace ningún daño a los humanos. Del susto ante un posible contacto, el ballenato se puede ir hacia un lugar del cual no pueda salir", señaló Leal Flórez.
La dieta de la cría se compone principalmente de pequeños peces y crustáceos como el Krill, los cuales filtran por las bandas que tienen en su boca, según información suministrada por Corpourabá.
Son cada vez más frecuentes los varamientos de mamíferos marinos en el golfo de Urabá. "No es muy común porque no está en la ruta natural, no es un lugar que hace parte del ciclo biológico y ecológico. Queda la preocupación del por qué se están perdiendo o se separan del grupo accidentalmente, en especial los ballenatos", agregó la profesora.
Una de las hipótesis del desvío es que el aumento de la temperatura, del nivel del mar, y el cambio en las corrientes oceánicas, podrían desorientar a estos mamíferos. Pese a ello, las expertas destacan que aún no hay evidencia de lo que habría causado que el ballenato llegara al golfo de Urabá.
Podría estar relacionado con interacción con la pesca, con los eventos oceanográficos extremos como tormentas, la separación forzada de la madre y/o enfermedades.
En otros lugares del mundo se han reportado casos de animales perdidos o lejos de su hábitat. Hace pocas horas, un oso polar llegó hasta la ciudad de Norilsk, en el Ártico Ruso, buscando comida a 800 kilómetros de su hábitat natural, según autoridades locales, estas incursiones son cada vez más frecuentes debido al cambio climático y el deshielo.
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Se cree que estos fenómenos estarían relacionados con el derretimiento de los glaciares. Como el reportado el 13 de junio de 2019 en Groenlandia, en imágenes que se hicieron virales en redes sociales. Según medios de comunicación internacionales, a la fecha, el 40 % de la isla ha experimentado un derretimiento de sus glaciares.