Con los Juegos Olímpicos aconteciendo en la capital nipona bajo una pandemia y sin espectadores en los estadios, ¿Qué ocurre en las casi vacías sedes deportivas y cómo se cuela el evento en los hogares japoneses?
EL MISTERIO DE LAS MASCOTAS
¿Dónde están las mascotas rosa y azul de los Juegos de Tokio?, se preguntaron muchos espectadores del mundo ante el televisor el pasado viernes cuando al fin se inauguraron las Olimpiadas después de un año de retraso.
Incluidos los propios nipones, que al final sumaron casi 70 de los 125 millones de habitantes del archipiélago frente a la pantalla, según fuentes locales.
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Durante la ceremonia, un espectador nipón que esperaba verlas no pudo contenerse y lanzó a su nación una broma por Twitter, causando furor en las redes.
Unas miniaturas de las mascotas olímpicas Miraitowa y Someity aparecían sentadas sobre el tatami, con un ventilador frente al televisor de casa para, al igual que todos, curarse en salud.
Pronto, medios locales digitales se hicieron eco y especularon sobre el motivo de esta ausencia, dejando la puerta abierta a la esperanza de que tal vez, en la ceremonia de clausura del próximo 8 de agosto las mascotas nos den una sorpresa.
A POR LA CAMISETA DE RECUERDO
Ahora que la cosa ya va en serio, los nipones se lanzaron estos días a las tiendas oficiales de Tokio 2020, repartidas en diversos puntos de la capital, para hacerse con un "souvenir" que les recuerde algún día que vivieron de forma excepcional los Juegos de su país.
La organización preparó en los últimos años decenas de variados diseños en camisetas, llaveros, peluches y todo tipo de productos para vender al público. Llegada la pandemia y el retraso, algunas tiendas echaron el cierre.
"Estaba esperando a que se celebrasen finalmente", comenta un padre de familia que se acercó este lunes a una de las tiendas oficiales ubicada en Sky Tree, torre emblema en el corazón de Tokio, para encontrársela casi sin existencias debido a que en los últimos días las ventas se dispararon.
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"No he podido comprar las camisetas para mis hijos en las tallas que quería, no queda casi nada, pero espero que pronto repongan", lamenta este japonés de 36 años que sigue los partidos, especialmente de baloncesto, desde casa.
¿QUÉ HACEN LOS VOLUNTARIOS SIN ESPECTADORES?
Las 40 sedes deportivas están vacías de espectadores y pocos ciudadanos se atreven a acercarse a las inmediaciones de unos accesos fuertemente restringidos y controlados por la policía nipona, la presencia más visible estos días.
En el interior de los estadios, tan solo comités olímpicos, atletas, periodistas y técnicos celebran las medallas, junto a los voluntarios japoneses, el grupo más numeroso que suma 70.000 personas tras las miles de bajas de los últimos meses.
"No nos permiten concederos entrevistas", dice un joven voluntario fanático de la Liga española que atiende a los acreditados en las instalaciones del Nippon Budokan, la casa de las artes marciales.
Visten de azul y blanco, como el logo oficial de los Juegos, y hablan de forma anónima, pues la organización no les permite dar entrevistas a los medios.
Muchos solo han recibido una dosis de la vacuna puesto que la inoculación rezagada en Japón ha inmunizado menos del 25 % de la población.
"Es un poco diferente sin espectadores, pero igualmente estamos contentos de ayudar", dice otro voluntario. En grupos desinfectan el tatami tras los combates de judo o se pasean limpiando puertas y pasamanos.
No imaginaban que estarían "tan tranquilos sin miles de personas a las que atender", pero cumplen su función solícitos y se permiten celebrar los éxitos de Japón.
Decenas de voluntarios saltaron de alegría cuando los hermanos Abe hicieron historia y se llevaron doble medalla de oro en judo el mismo día por primera vez en la historia.
Su presencia reconfortaría a estos hermanos japoneses, que al igual que todos los atletas del mundo, viven y celebran sus logros con sus seres queridos en la distancia.
Las tareas de los voluntarios son servir de intérpretes a los reporteros, atender en los controles de acceso o hacer de guías en las paradas de taxis y autobuses a disposición de los atletas y periodistas en las "burbujas" creadas por los organizadores para evitar contagios.
También reciben los test PCR en cada sede: Medios, atletas y participantes están obligados a realizarse unos cómodos test de saliva, de forma autónoma y sin necesidad de sanitarios involucrados.
Por el momento, desde el primero de julio y a fecha de hoy, la organización ha realizado más de 310.000 test a los participantes, residentes y de fuera del país, donde 193 dieron positivo.
Un tipo de gestión que tanto en caso de éxito o fracaso, será referencia para futuras competiciones.