Los hechos investigados ocurrieron entre el 5 y 29 de agosto de este año, las capturas con orden judicial de las dos mujeres naturales del municipio de Balboa Risaralda, con 34 y 35 años respectivamente se presentaron en la calle 10 con carrera 7 esquina barrio Balsillas del municipio de la Virginia en plena vía pública.
Las dos enfermeras fueron contratadas para cuidar a una señora, según la investigación, estas se aprovecharon del estado de indefensión de la víctima para despojarle de su tarjeta débito de un banco y sacar la suma de $160 millones de pesos en varios retiros, dinero que era de la pensión de su esposo y que ella usaba para cubrir los gastos de su tratamiento médico y demás necesidades básicas.
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Según lo narrado por la Fiscalía, la afectada tenía la tarjeta guardada en un armario el cual no permanecía con llave. Debido a complicaciones de salud la mujer estaba muy débil, lo cual aprovecharon las enfermeras para golpearla y cruzarla con una jeringa, con el propósito de obligarla a entregar la clave de la tarjeta.
La hija de la víctima instauró la denuncia ante la Fiscalía, quien con los investigadores de la Sijín y del defensor recolectaron materiales probatorios como fotografía de ellas en las redes sociales las cuales fueron cotejadas con las imágenes de las cámaras de seguridad de los cajeros automáticos donde realizaron los retiros. Según el coronel Javier Raúl Gallego comandante de la Policía Metropolitana de Pereira, debido a complicaciones de salud de la víctima, las enfermeras aprovecharon para golpearla con el propósito de obligarla a entregar la clave de la tarjeta.
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“Este es un caso importante que se dio después de la denuncia y la judicialización que se logró obtener de estas dos mujeres, quienes aprovechándose de su profesión y condición, hurtaron $160 millones de pesos de una adulta mayor que se encontraba al cuidado de ellas, y quién venía presentando quebrantos de salud” indicó el coronel.
Las mujeres fueron judicializadas por los delitos de acceso abusivo a un sistema informático, violación de datos personales agravado y hurto por medios informáticos agravado, delito que no aceptaron. El Juez Segundo Penal Municipal de control de garantías de Pereira las envió al centro penitenciario la Badea.