En diálogo con RCN Radio, Martha Viviana de las Salas Ramírez, tía de Lucas Villa, quien se encuentra en crítico estado de salud, tras un ataque sicarial en medio de una protesta pacífica en Pereira, espera que los que perpetraron el atentado no quede impune.
“Que los responsables sean judicializados y que asuman las consecuencias de esos actos y que bajo ninguna circunstancia se repliquen estos atentados en contra de personas que estaban protestando de manera pacífica, porque él estaba en un plantón rodeado de otras personas con bailes, con llamados, motivando a las personas para que se despertaran de este adormecimiento social que la mayoría estigmatiza a aquellos que tienen el valor, la capacidad de mostrar y elevar su voz de protesta”, señaló.
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Ramírez explicó que “Lucas es un chico dotado de un coeficiente intelectual superior. Siempre marcó la diferencia en nuestra familia. Siempre lideró causas sociales, actualmente cursa décimo semestre en Universidad Tecnológica de Pereira en la facultad de Ciencias del Deporte y la Recreación, sobresale por su don de gente, su carisma y su personalidad”.
“Participaba en todas las marchas pacíficas y era un guerrero de la vida, sobreponiéndose a situaciones complicadas familiares, personales y demás pero siempre ha tenido una claridad absoluta sobre las políticas gubernamentales, frente a las inequidades sociales”, agregó.
Asimismo, recalcó que su sobrino “nunca se caracterizó ni estuvo vinculado en una situación de violencia, jamás perpetró ningún atentado en contra de un bien público o privado”.
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A renglón seguido dijo que “lamento profundamente que haya tenido que estar en medio de esa situación. Le hacía recomendaciones porque sabía que era un activista y podía ser un blanco por esas situaciones que se han presentado en estos días. Quedó en medio de esta situación y está luchando por su vida, con pronóstico desalentador”.
Ramírez concluyó aclarando que “no es verdad que recibiera amenazas, no había una razón para pensar que mi sobrino fuera un objetivo militar o de la resistencia social. Estaba completamente tranquilo. Y estoy segura que de haber estado amenazado, él nunca hubiese dejado de marchas y de alzar su voz de protesta”.