Mamás en Primera Línea: Mujeres que cuidan en las protestas a hijos que no son de ellas

Y como se trata de protegerlos físicamente, estas mujeres acuden a las manifestaciones portando escudos, escudos de madera pintados de color negro.  

“Es que nos están disparando balas de goma, y esas aturdidoras son impresionantes, entonces el escudo recibe eso, y hace que todo caiga y de esta manera la multitud que está detrás de nosotros no se afecta”, agregó.  

Cada escudo tiene letras blancas que dicen ‘Mamá en Primera Línea’. Para obtenerlos rompieron la alcancía: “Nosotras lo que hicimos fue sacar de nuestras alcancías los ahorros, fue así como mandamos a hacer esos escudos. Estos realmente no nos brindan la protección que deseamos, porque son de madera, y como se han mojado, se han encogido un poquito, y bueno, estamos esperando para conseguir unos escudos más resistentes”. 

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Durante las manifestaciones estas mujeres cubren parte de sus rostros con pañoletas; usan gorras, camisetas y andan en tenis. No han dormido mucho en los últimos días, la oscuridad hace que intensifique la labor de cuidar a los más jóvenes. 

“Lo que ocurre es que en el día se ven pacíficamente las marchas, en el día no pasa nada; es en la noche cuando llegan ocho o diez personas a sabotear las manifestaciones, entonces de una vez se cree que los responsables son los de la primera línea, que son los vándalos. Enseguida empiezan los desmanes, nos mandan las tanquetas, la primera línea resiste mientras la gente empieza a correr, y correr y a salirse de las marchas porque ellos estaban participando era de una protesta pacífica”. 

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‘Las Mamás de la Primera Línea’ también acompañan a casa a algunos muchachos; se aseguran de que lleguen sanos. Persuaden a aquellos que intentan rebelarse; y cuando es necesario le recuerdan a la fuerza pública que ellos no son los vándalos.  

“Se dice que la primera línea es de resistencia, pero esa resistencia no es tanto de fuerza sino del corazón de las mamás”, precisa.  

Estas mujeres, madres cabeza de familia, no se conocían, no eran amigas, pero sí participaban individualmente en las manifestaciones. Sus caminos se unieron ante los reportes de personas muertas, lesionadas, abusadas sexualmente y desaparecidas: 

“Lo hacemos por amor a nuestra patria, y por esa impotencia que sentimos al no poder hacer más por el país al que los jóvenes les tocó vivir”.  

Johana, a secas, sin apellidos, porque ella prefiere identificarse así, seguirá junto a otras mamás cuidando de esos hijos que no son de ellas y que hoy están protestando en las calles.