Por un derrumbe que destruyó un carril entre los kilómetros 68 y 69 de la autopista Medellín-Bogotá, en el sector Caño Alegre de San Luis, oriente antioqueño, la vía se mantiene con cierre parcial, luego de tres días de la emergencia.
El director territorial del Invías en Antioquia, Mauricio Hoyos, recordó que por ahora, solo está habilitado un carril, pues el terreno es inestable, lo que ha retrasado las labores de recuperación la vía y la remoción de escombros.
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Según Devimed, concesionaria de la vía, como ruta alterna se puede utilizar el corredor Hatillo-Cisneros-Puerto Berrío. En Antioquia, 15 municipios están en alerta roja por probabilidad de derrumbes en zonas inestables y de alta montaña. Además, por crecientes súbitas, los ríos Cauca y Murindó están en riesgo de desbordamientos e inundaciones.
¿Otras emergencias?
Unas 310 familias indígenas, entre niños y adultos, permanecen incomunicadas, tras una empalizada en el río Murindó, Urabá antioqueño, que provocó graves inundaciones, que restringen el transporte terrestre y fluvial.
El director del Departamento de Gestión del Riesgo (Dagran), Jaime Gómez Zapata, dijo que por vía aérea llevarán ayudas humanitarias a las familias afectadas. Además, con la activación de un corredor humanitario atenderán problemas sanitarios y alimentarios en la zona de la emergencia.
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Por esta emergencia invernal, también hay 55 familias damnificadas y 127 afectadas por inundación de las veredas Bartolo y Legada. La mayoría de las comunidades se transporta por vía fluvial, lo que ha impedido que se movilicen para realizar sus labores agrícolas que son su sustento.
Según el Dagran, Murindó permanece en alerta roja por probabilidad de deslizamientos en zonas inestables y de alta montaña. Además, por crecientes súbitas en ríos y quebradas.