Escondido en Medellín fue hallado cabecilla de trata de personas en la Costa Caribe
La Policía Nacional a través de la Dirección de Investigación Criminal e INTERPOL (DIJIN), con el apoyo de la Embajada de la República Federal de Alemania, la Oficina de Investigaciones de Seguridad Nacional de los Estados Unidos y el Ejercito Nacional, en coordinación con la Fiscalía lograron desarticular una organización delincuencial dedicada a la trata de personas con fines de explotación sexual comercial de mujeres, con la captura de siete de sus integrantes incluyendo sus cabecillas.
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Las capturas se llevaron a cabo en la ciudad de Medellín, en Cartagena y Barranquilla; además de la materializaron de las medidas cautelares de embargo, secuestro y suspensión del poder dispositivo sobre 3 bienes inmuebles avaluados comercialmente en 18.500 millones de pesos.
Luis Gómez, alias “Tincol” el cabecilla de la organización fue capturado en la ciudad de Medellín; quien según la investigación se encargaba de reclutar, hospedar, crear catálogos, perfiles en aplicaciones de citas y encuentros; incluso en redes sociales subía fotografías desnudas de las victimas para ser comercializadas.
Así lo confirmó el brigadier General, José Luis Ramírez Hinestroza director de Investigación Criminal e INTERPOL DIJIN.
Esta red se encargaba de captar mujeres menores y mayores de edad en colegios y diferentes barrios de la ciudad de Cartagena, mediante ofertas económicas o facilitación de sustancias alucinógenas como tusi o marihuana; las víctimas eran sometidas a sostener relaciones sexuales con ciudadanos nacionales y extranjeros.
Además, las víctimas debían pagar un porcentaje de dinero, comisión o multas por incumplir citas o exigencias de sus captores o proxenetas al momento de realizar servicios sexuales, al considerarse un mal comportamiento ante los supuestos clientes.
Luis Carlos Granados, alias “Matías Lucio”, otro de los capturados era el encargado de buscar a través de redes sociales jóvenes adolescentes para reclutarlas y posteriormente ofrecerlas como mercancía sexual; de este individuo se pudo establecer que ofrecía drogas y dinero a las menores que posteriormente inducía a la prostitución, bajo la condición de que primero debían tener relaciones sexuales con él.
A todos los capturados les fueron imputados cargos durante una audiencia pública por los delitos de concierto para delinquir, trata de personas y proxenetismo con persona menor de edad.
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