En Argentina se conoció el caso de una mujer anónima que no se le ha encontrado rastros de VIH a pesar de haber sido detectado anteriormente, y lo que más a sorprendido a los médicos es que la mujer no recibió ningún tratamiento de trasplante de células madre.
La protagonista de esta curiosa historia, conocida como la paciente Esperanza, tiene 30 años y su pareja falleció de SIDA. La mujer fue diagnosticada con el virus en 2013 y había recibido terapias de antirretrovirales (ART) mientras estuvo embarazada en 2019, sin embargo, no estuvo con el tratamiento ni antes ni después de este hecho.
A lo largo de la historia, se han desarrollado estudios que muestran los comportamientos del virus de inmunodeficiencia humana y su reacción en el cuerpo humano.
Lea además: Hallaron fosa con restos de dos jóvenes desaparecidos en el Bajo Cauca
Algunos afirman que, el VIH tiene la capacidad de esconderse del sistema inmunológico y de los tratamientos. No obstante, en el caso de Esperanza, el análisis realizado por los médicos durante cuatro años, no encontró ningún genoma relacionado con el VIH en un estado de reproducción.
Según las secuencias analizadas, de 1.2000 millones de células sanguíneas de la paciente y 500 millones de células tisulare, no se detectó el virus en 150 millones de células T CD4+, donde esta el reservorio principal.
Entre las hipótesis manejadas por los científicos se encontraba un error en el diagnóstico, sin embargo, entre los análisis se pudo encontrar una secuencia viral hipermutada que niega esta opción.
Según un estudio, estos dos casos son la vía para que se encuentre una cura esterilizante para las personas que padecen la enfermedad.
Lea también: “Amor ¿cómo vas?”: El vil mensaje de un hombre luego de matar a su pareja
"La ausencia de evidencia de provirus VIH-1 intactos en un gran número de células no es evidencia de ausencia de infección por VIH-1. Una cura esterilizante del VIH-1 nunca puede probarse empíricamente", indica el estudio.
Los dos casos conocidos hasta el momento, son ejemplos extremos de sistemas inmunológicos que pueden evitar que el VIH alcance niveles peligrosos sin necesidad de tratamientos como el ART.
Los investigadores están buscando la posibilidad de inducir este tipo de inmunidad en personas que reciben ART mediante una vacuna, para educar a su sistema inmunológico e controlar el virus sin terapias de antirretrovirales.