Por lo general muchas personas están acostumbradas a dejar enfriar la comida y las ollas antes de guardarlas en la nevera, ya que dicen que eso es dañino, pero en realidad no conocen bien cuáles son las razones.
Por esta razón, les explicamos por qué no se debe guardar la comida y las ollas calientes en la nevera.
Al guardar una olla caliente en la nevera se puede producir una subida rápida de la temperatura del interior, lo que aumenta el riesgo de contaminación del resto de alimentos y reduce el tiempo de almacenamiento.
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También, al romper la cadena de frío, se pueden producir condensaciones y una posible formación de hielo en la parte trasera de la nevera.
Al poner un recipiente o un plato caliente en la nevera, la temperatura interior y la de los alimentos que se encuentran cerca aumenta. Así, lo que estaba frío se calienta, incrementando el riesgo de contaminación.
A pesar de estas posibles consecuencias, no hay razones ni pruebas que indiquen que guardar comida caliente en la nevera estropee los alimentos
De hecho, es recomendable enfriar los alimentos calientes lo más rápido posible para mantener todas sus propiedades organolépticas y su calidad higiénica.
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Por ende, se pueden seguir algunas pautas como meter la comida en envases adecuados y no en la propia olla en la que se ha cocinado, además, no dejar que la comida cocinada pase más de dos horas a temperatura ambiente.