Antioquia: $15.300 millones de inversión para que campesinos de Urabá sean empresarios del plátano

La Gira de Semillas de Paz, de la Agencia de Desarrollo Rural (ADR) llegó a los municipios de San Pedro de Urabá y Turbo para hacer la entrega de 15.300 millones de pesos destinados al cultivo tecnificado de plátano hartón, producción de cerca de 2.700 toneladas que ya tiene asegurada su venta en los mercados de Estados Unidos y Europa, con unos ingresos anuales para campesinos y campesinas por unos 5.500 millones de pesos. 

Le puede interesar: Vía Quibdó-Medellín está cerrada: gremio transportador reclama recursos prometidos por el Gobierno

Luis Alberto Higuera, presidente de la Agencia de Desarrollo Rural, expuso que la gira se trata de ''entregar proyectos reales, debidamente financiados, concertados con la comunidad y las asociaciones''.

Este proyecto contempla la entrega de drones para la fumigación de los cultivos, los cuales serán operados por jóvenes campesinos de la cooperativa PROASIV. 300 familias asociadas a esta organización tendrán, cada una, una hectárea de tierra para dedicarse a la producción del plátano.  

Daniel Gómez Aparicio, el gerente de la cooperativa PROASIV, resaltó la importancia del proyecto argumentando que con la fumigación a partir de drones no solo se benefician ellos, sino toda la región, pues allí se acostumbra a hacer estas labores con avionetas, y con este equipo tecnológico se tecnifican las actividades y se garantiza la calidad del producto. 

Además, el gerente Gómez manifestó que el proyecto permite la inclusión generacional y le da más oportunidades a los jóvenes para que trabajen el campo. 

Le puede interesar: Grave situación en El Bagre: Ilegales tienen atemorizados a los comerciantes, obligándolos a cerrar sus negocios

San Pedro de Urabá y Turbo cargan con una historia de cuarenta años siendo víctimas de la violencia sociopolítica y el conflicto armado. De acuerdo con la Agencia de Desarrollo Rural, ‘‘estos campesinos, que ahora serán empresarios, pertenecen a familias que sufrieron los rigores de la guerra’’, y que desde hace décadas se enfrentan a la tala de bosques nativos, el contrabando y las rutas del narcotráfico hacia Centroamérica y el Caribe.