En Urabá persisten las protestas por las tarifas de los servicios públicos

Parece que en varios municipios de esa subregión deben elegir entre pagar las cuentas de servicios públicos del mes o hacer las compras para el mercado y, de esta forma, son muchos los ciudadanos que se arriesgan a que las empresas proveedoras de energía les corte por falta de pago. 

Para algunos es una elección que no resulta fácil porque en medio de esta ola de calor y de los constantes impactos ocasionado por el fenómeno de El Niño, los ventiladores y aires acondicionados se convirtieron en una necesidad, más que un privilegio.  

“Pagamos una tarifa por el agua del acueducto y eso no es suficiente porque hay deficiencia en el servicio, luego nos toca comprar el agua en bolsas para consumir y para cocinar, es que decir que pagamos dos veces. Además, la energía viene super costosa y pareciera que cada mes pagamos más”, señaló María Villa, habitante del municipio de Turbo.

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Pese a las constantes quejas de la población, aseguran que no han recibido una respuesta clara y oportuna. Es por eso que varios barrios de esa localidad protestan y manifiestan que los cobros no corresponden a la realidad que deben soportar. En medio de estas jornadas de intenso calor, hay días en los que el agua no llega hasta las viviendas. “Sería bueno que EPM le baje sus tarifas al pueblo turbeño porque estamos cansados de pagar tanto”, son las palabras de Nilson Henríquez, líder social de Urabá.

Cada vez son más frecuentes esas movilizaciones ciudadanas para expresar su inconformidad con la falta de agua. Hay personas como es el caso Leovigildo Murillo que, con 80 años de edad, se ve obligado a salir con una carreta a vender mangos para poder pagar las cuentas a fin de mes. “A veces me toca aguantar hambre para quedar bien con los servicios”, explica.

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Cada vez es más frecuente encontrar familias desconectadas al servicio de energía porque simplemente no tienen cómo asumir los costos mensuales que les llegan con las facturas.

“Nosotros aquí en el Distrito de Turbo no tenemos un adecuado y justo servicio de agua, no nos llega y la moto bomba la mandan solamente a unos sectores para que la gente pueda recoger un poco de agua”, manifiesta Jimmy Orejuela, habitante del Distrito.

En las protestas más recientes, algunos ciudadanos se han encadenado a las afueras de las oficinas EPM para pedirle a la entidad que revise las tarifas. Por su parte, la empresa explicó que en esa subregión se tiene una de las tarifas más bajas del país, actualmente se pagan 870,45 pesos por kilovatio, tal como sucede en los demás municipios de Antioquia.