Unas 50 familias de una zona rural del municipio de Turbo están afectadas por inundaciones

La lluvias arreciaron con fuerza entre la noche de martes y la madruga de este miércoles en esa zona rural que pertenece al distrito portuario de Turbo, en la subregión de Urabá. Se estima que son unas 200 personas las que hoy deben recorrer las calles en canoas y balsas. 

Las inundaciones afectaron plantaciones de plátano, varias viviendas y muchas personas reportan la pérdida de sus enseres. "La situación actual es crítica debido a que tenemos 51 familias afectadas, tenemos problemas de seguridad alimentaria debido a la afectación en fincas y cultivos de maracuyá, arroz y plátano, pero además tenemos que decir que varios hombres cabeza de familia tiene que desplazarse para conseguir trabajo en otras partes, buscar alimento y sustento para sus familias que los están esperando", señaló Dary luz Chaverra León, vocera de la comunidad.

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Los habitantes de la vereda Manatí piden ayuda a las autoridades regionales para posibilitar  la construcción de varios muros de contención en las área de mayor riesgo y que se conviertan en estructuras para proteger la vida de los pobladores y sus hogares.

Además, esa misma comunidad manifiesta que ya hay problemas de desescolarización porque el mal estado de los caminos veredales obligaron a suspender muchas clases presenciales en las instituciones de esa zona y actualmente solo tienen acceso a unas cuantas pero de manera virtual.

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La presencia constante de las aguas ha llevado a que muchos animales, como serpientes, busquen refugio dentro de las viviendas de la zona, lo que se convierte en un riesgo adicional, especialmente para los niños y los adultos mayores porque son quienes permanecen más horas dentro de las casas.

A comienzos del año, el Departamento Administrativo de Gestión del Riesgo y Atención de Desastres visitó la población e hizo entrega de ayudas como colchones y mercados, pero estas personas insisten en que se requiere una solución de fondo y por eso reiteran que los jarillones serían la mejor solución para no verse obligados a abandonar sus tierras.

En años anteriores estas comunidades urabaenses que pertenecen al municipio de Turbo, han padecido situaciones similares por las crecientes del rio León y saben lo que significa poner en riesgo sus animales, los bienes y la vida. Por eso, en esta ocasión esperan que los muros les permitan vivienda con tranquilidad.