Muy pocos detalles se conocen del operativo que permitió la recaptura de la excongresista Aida Merlano por parte de Fuerza de Acciones Especiales (Faes) en la tarde del pasado lunes en el sector de El Milagro, en la ciudad de Maracaibo, estado de Zulia.
Por el momento, solamente se sabe que la exrepresentante a la Cámara fue detenida en una vivienda portando documentación falsa, pelucas para cambiar su apariencia física y tarjetas de crédito.
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En su edición de este martes, el diario El Heraldo de Barranquilla reveló que tras ver a los agentes de policía la excongresista intentó mover sus cartas y los hizo ingresar al apartamento.
Merlano le relató a los agentes de Fuerza de Acciones Especiales (Faes) -un grupo especial y casi de élite creado por Nicolás Maduro en el año 2017- todas las dificultades que había tenido en Colombia y su paso a Venezuela.
En uno de los apartes del reporte se manifiesta que la dirigente política "intentó sobornar a los funcionarios" de esta Fuerza con el único fin que "no se la llevaran detenida".
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El mismo diario asegura que Merlano les habría ofrecido una alta suma de dinero en dólares, sin embargo los agentes del Faes -encargada de los operativos especiales en Venezuela- rechazaron el soborno y le aseguraron que tenían "instrucciones precisas" para capturarla.
Uno de los oficiales le puso de presente a la dirigente política que lo que estaba haciendo representaba un delito. Acto seguido la capturaron junto a uno de sus acompañantes.
El encargado del operativo le notificó a su superior y a un delegado del Ministerio Público. Después de hacer la respectiva reseña fueron trasladados hasta un centro especial.
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Merlano y su acompañante -quien se cree fue el hombre que la ayudó a fugar el pasado primero de octubre- serán presentados en las próximas horas ante un Tribunal para que respondan por delitos relacionados con la falsedad en documento privado y el ingreso ilegal a suelo venezolano.
Por el momento, el panorama para una extradición o deportación de la excongresista a Colombia es bastante complejo por las nulas relaciones diplomáticas entre el Gobierno de Colombia con Nicolás Maduro y los inexistentes acuerdos de cooperación judicial.
Los funcionarios escucharon atentamente la exposición de Aida Merlano y luego le explicaron los delitos a los que se expone en el sistema judicial venezolano. "Eso que usted nos está planteando es un delito de colusión", le respondió uno de los funcionarios.
La dirigente política barranquillera es requerida para que siga cumpliendo la condena de 15 años de prisión emitida por la Corte Suprema por su responsabilidad en la compra de votos para las elecciones al Congreso en marzo de 2018.