Unas tres mil personas fueron atendidas como parte de una jornada binacional
Las Fuerzas Armadas de Colombia y el Servicio Nacional de Fronteras de Panamá adelantaron una jornada de servicios de salud y lo hicieron en las poblaciones de Acandí, Chocó, y en Puerto Obaldía, Panamá.
El coronel Héctor Juzga León, comandante de la 17 Brigada del Ejército Nacional, destacó lo mejor de entregar más de 8 toneladas de ayudas humanitarias y medicamentos. “Nuestro mejor regalo y nuestro mejor trofeo, por decirlo de alguna manera, es la sonrisa de cada niño y la satisfacción de los adultos mayores cuando los atienden”, destacó.
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Para Larry Solís, subdirector de Senafront, se trata de la consolidación de meses de preparación para concretar una gran travesía por el Golfo de Urabá. La educación, es una de las apuestas más importantes. Por eso señaló: “Mientras nosotros más niños educados tengamos, en cinco años vamos a tener menos delincuentes y nuestro trabajo va a ser más tranquilo. Esto es prevenir y formar mejores personas para la comunidad”.
Junto a las autoridades llegó también la empresa privada, y acudieron a la cita voluntarios como Ángela Sánchez, médica voluntaria especialista en medicina familiar que se embarcó en el puerto del municipio de Turbo para llegar a donde muchos no son capaces y lo hace sin pensar en una retribución económica.
“Siento que quisiera retribuir un poco de lo que la vida me ha dado, de lo que Dios me ha dado y eso es compartir un poco con los demás. Por eso, lo mínimo que puedo hacer es compartir conocimiento, sabiduría y educación, para poder ayudar de alguna manera”, explicó la doctora.
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Estefany Barrios es una de las beneficiarias. Ella no tiene cómo asumir los gastos correspondientes a un traslado desde Puerto Obaldía para recibir atención médica en Ciudad de Panamá. De hecho, hacerlo es aventurarse por el mar arriesgando la vida. Por eso valoran este tipo de jornadas de salud. “Necesitamos que nos manden medicamentos y que nos manden especialistas. Tenemos un nuevo centro de salud, pero no contamos ni con los implementos ni con las personas para la atención de la población”, palabras de esta mujer panameña que señala una de las grandes dificultades de su comunidad.
Darío Hernández también fue atendido por este grupo de médicos como parte de la jornada binacional que llegó hasta Acandí, en Chocó. Para él, fue todo un privilegio llegar hasta los improvisados consultorios que se instalaron en las carpas.
“Estuvimos muy acompañados, yo estuve con los odontólogos y me trataron muy bien. Tuve una limpieza dental y todos tuvimos una gran atención, incluyendo a los niños”, destacó.
Durante dos días se atendieron unas 3 mil personas. Cada brigada está llena de historias y de héroes que volverán hasta las regiones más apartadas para recordarle a esas comunidades que, pese a estar lejos, no están solos.