Aunque pareciera una ventaja o cualidad que un hombre logre tener una erección por un tiempo prolongado, esto no es del todo bueno, médicamente; pues se ha conocido que este estado no siempre propicia una potencialidad sexual, sino que hace parte de uno de los tantos síntomas del coronavirus.
Y es que a lo largo de los meses que lleva esta pandemia en el mundo, son muchos los descubrimientos que se han hecho, entre los que se encentran los síntomas y consecuencias que deja esta enfermedad.
Sin embargo, uno de los síntomas que más ha llamado la atención entre pacientes es el que tiene que ver con las erecciones, pues hasta hace muy poco era desconocido que una erección prolongada no corresponde del todo a una respuesta estimulante por excitación, sino a una alteración en el flujo sanguíneo que también está siendo provocada por factores asociados a la Covid.19, la cual termina siendo molesta y hasta riesgosa para los pacientes que las presentan, debido a que en algunos casos se ha prolongado hasta por cuatro horas.
Expertos explican que esta reacción se llama paprismo y, aunque no es nueva, fue relacionada recientemente a la Covid-19 tras una investigación en Francia la cual determinó esto como una complicación de la enfermedad del coronavirus.
Tras las evidencias científicas, los expertos no tomaron con sorpresa este nuevo hallazgo, pues recuerdan que, aunque la Covid-19 fue descubierta como una enfermedad respiratoria, también se ha conocido que es multisistémica, lo que quiere decir que puede llegar a involucrar múltiples órganos y sistemas del organismo.
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Es por esto que se ha vuelto común observar en pacientes con complicaciones por coronavirus la formación de coágulos sanguíneos que generan inflamación de órganos.
El caso más conocido de paprismo debido a Covid-19 es el ocurrido en Francia con un hombre de 62 años quien presentó una erección de cuatro horas, mientras era atendido por complicaciones de coronavirus.
En este paciente, los especialistas tuvieron que hacer una intervención para sacar los coágulos de sangre del órgano reproductor del hombre, quien posteriormente presentó una satisfactoria recuperación.