No son días fáciles para nadie. Pero la carga emocional y física que está viviendo el personal médico, es un tema que no está siendo medido de manera efectiva. Por esa razón, algunos de ellos han acabado con su vida.
Este debate parece abrir nuevos espacios ahora que se conoció el caso de la doctora Lorna Breen, una médica de sala de emergencias de la ciudad de Nueva York, que se recuperó de coronavirus pero terminó por suicidarse, según reveló CNN.
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Fue su padre, Philip Breen, quien en medio del desconsuelo reveló la triste noticia y dio sus impresiones sobre su hija. Afirmó que ella murió como una heroína, porque combatió en las trincheras de las líneas médicas, con un sentido de la dignidad poco común.
“Tenía turnos tenía turnos diarios de 18 horas y dormía en los pasillos, y que las ambulancias en ocasiones. Murió el pasado domingo por la mañana en Charlottesville, Virginia. Tenía 49 años.”, aseguró.
Según su testimonio, la profesional, después de una semana de recuperación de covid-19, habría regresado al trabajo, pero ya no tenía las fuerzas suficientes para laborar más de 12 horas.
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Las condiciones del suicidio de la mujer aún no han sido reveladas.
Finalmente, es importante recordar que en Italia, una enfermera vivió una situación similar que la llevó al suicidio. En ese caso, la mujer combatía contra el virus en una de las ciudades más afectadas de ese país, todo parece indicar que el tamaño de la desgracia, la desmoralizo hasta un punto de no retorno.