Un equipo especializado de limpieza enviado al Everest recolectó tres toneladas de basura en las dos primeras semanas de su misión, en un ambicioso plan para limpiar el vertedero a mayor altura del mundo.
La creciente actividad turística durante las últimas décadas provocó en las laderas de la cima más alta del mundo (8.848 metros) una acumulación de desechos dejados por los alpinistas: carpas, material, bombonas de gas, e incluso excrementos.
Con el inicio de la temporada de escalada el pasado mes, el gobierno de Nepal envió a un equipo de 14 personas con el objetivo de recuperar 10 toneladas de basura del Everest en un plazo de un mes y medio.
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El grupo recogió y empacó tres toneladas de desperdicios, incluyendo latas vacías, botellas, plásticos y material de escalada en desuso, del campamento base y sus alrededores, donde los alpinistas se preparan para el ascenso a la cima.
"El equipo de limpieza solo empezó y los miembros subieron más arriba para recoger más basura", dijo Dandu Raj Ghimire, jefe del departamento de turismo de Nepal.
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Un helicóptero del ejército transportó una tercera parte de la basura recolectada hasta Katmandú para reciclarla. Los otros residuos biodegradables fueron transportados al distrito vecino de Okhaldhunga.
Ocho miembros del equipo están limpiando actualmente el Campamento 2, a 6.400 metros, y grupos de tres ascenderán al Campamento 4, a 7.950 metros, donde durante 15 días buscarán residuos entre las nevadas pendientes.