El niño que quiere vender su bicicleta para que las vías de Antioquia sean más rápidas, y así más fácil abrazar a su padre
Abrazar a su padre es el mayor deseo de Salvador Peque Ortiz cada quince días. Con ansias y una velita encendida siempre espera el tan anhelado momento.
Hoy con tan solo siete años y una vida por delante, es el protagonista de una historia de amor, resiliencia y progreso, pues el pequeño busca vender su bicicleta de BMX para aportar a la vaca por las vías de Antioquia , buscando, además, un único propósito: que las vías del departamento no solo puedan terminarse, también que su padre pueda viajar desde Peque a Medellín con mayor frecuencia, pues para hacerlo, en la actualidad y con su trabajo, necesita por lo menos seis horas en carro, y enfrentarse a un sinnúmero de adversidades.
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"Él lo que nos dice es que Peque queda muy lejos y la carretera es muy mala, entonces se le dañan los carros al papá. Salvador puede ver a su papá cada ocho o quince días, entonces, él lo que sueña es que vendiendo la bicicleta ayuda para que arreglen las vías, y así ver con más facilidad a su papá", expresó Karina Ortiz, la mamá de Salvador.
Karina Ortiz Cataño es la mamá de salvador, y como cualquier otra madre, sin duda, está orgullosa de la generosidad de su hijo. Asegura que su niño tiene un buen corazón, lo que ha hecho que su aspiración trasciendas fronteras, y como muestra de ello, el gesto de querer vender su bicicleta denota las ganas de siempre tener a su padre de cerca, pues para él, su amor lo desvela.
"Salvador es un niño que adora a su papá con el alma. Él siempre quiere tener a su papá, su relación es muy bonita con él", dice la mamá de Salvador.
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Los padres de Salvador aseguran que con sacrificio han hecho todo para que su niño se forme como deportista. Cuentan que la bicicleta, en su momento, les valió 8 millones de pesos y hoy, no les importa si se vende en un precio menor o superior, lo que más les interesa es que su niño cumpla su sueño y reafirme su espíritu solidario.
"Como antioqueños queremos que la región siga avanzando. No esperamos nada a cambio, solo que el departamento progrese" agregó Karina Ortiz Cataño, la mamá de Salvador.
El gesto de Salvador permanece intacto, convirtiéndolo en un antioqueño más que quiere y sueña con que algún días las vías de 4 generación sean una realidad, no solo para beneficio de la región, sino de todo un país.