Unidad para las Víctimas entregó ayuda humanitaria a indígenas confinados de Dabeiba
Indígenas del resguardo Amparradó Alto han vivido por años ‘‘con miedo y encerrados’’ en sus tierras ubicadas en zona selvática de Dabeiba (Antioquia) por los enfrentamientos que se dan entre el ELN y el Clan del Golfo, y el peligro de las minas antipersona que ya han acabado con varias vidas.
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Para ayudarlos en su alimentación y bienestar, la Unidad para las Víctimas llegó al territorio con toneladas de ayuda humanitaria en alimentos y elementos de aseo.
Luis Eduardo Guaseruca, gobernador del resguardo Amparradó Alto, que expuso que por ahora han ido recuperando su libertad de movilidad porque la situación está más tranquila, detalló que desde el 2019 no podían salir a conseguir alimentos o pescar por temor a ser alcanzados por una mina antipersona, porque en sus caminos también habían sido instalados estos elementos.
Según el gobernador indígenas con estas ayudas se beneficiarán unas 70 familias, compuestas por unas 400 personas.
Esta población fue priorizada por la Unidad para las Víctimas como parte de un plan de la entidad para responder a los confinamientos causados por el conflicto armado, que han aumentado en los últimos años en departamentos como Antioquia, Chocó, Nariño y Valle de Cauca.
En la jornada de entrega de ayudas, los beneficiarios también fueron orientados sobre sus procesos de reparación y en prevención de la violencia, así como en la protección a niños y adolescentes.
Desde el 2019 se coordinan acciones con la Alcaldía de Dabeiba y otras entidades para ‘‘mitigar los daños comunitarios y garantizar la declaración de los hechos victimizantes y servicios de salud, educación y el gobierno propio’’.
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En los últimos años la entidad ha atendido a más de mil indígenas afectados por desplazamientos forzados y confinamientos en siete comunidades alejadas entre Dabeiba y Frontino.