El bloqueo armado anunciado por el Ejército de Liberación Nacional (ELN) ha confinado a al menos 45.000 personas en el departamento del Chocó, y para este miércoles, la vida de una mujer gestante y su bebé están en peligro.
Maritbeh Delgado Aragón, secretaria de Salud del municipio de Istmina, confirmó que Sabina Osorio Chamacuro, de 32 años y con 34 semanas de embarazo, presenta un delicado cuadro de malaria. La situación se agrava debido a que Osorio Chamacuro se encuentra atrapada en el sector de Puerto Olave, una zona limítrofe al río San Juan, donde la situación de orden público es extremadamente compleja.
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a funcionaria explicó que, para salvar la vida de la mujer y su bebé, la única opción es que la Cruz Roja Colombiana active los protocolos de emergencia y se desplace hasta la zona para trasladarla a un hospital donde pueda recibir atención médica adecuada.
Desde la Secretaría de Salud de Istmina se informó que no solo este municipio presenta casos críticos de salud. Habitantes de las cabeceras municipales y zonas rurales de Nóvita, Medio San Juan, Sipí y Litoral del San Juan también sufren de diversas afecciones clínicas, lo que agrava aún más la situación. La mayoría de los afectados no pueden acceder a centros de salud debido al bloqueo armado, lo que incrementa el riesgo de complicaciones graves y, en algunos casos, la posibilidad de muertes evitables.
Delgado Aragón indicó que, en Istmina, al menos el 70% de la población presenta problemas de salud, con casos de gripe, malaria y dengue en aumento. Esta situación es especialmente preocupante debido a la falta de agua potable, un recurso crucial para el tratamiento y prevención de enfermedades. La falta de acceso a agua limpia no solo dificulta la atención de los enfermos, sino que también aumenta el riesgo de propagación de enfermedades en una región ya vulnerable.
En las últimas horas, en medio de los enfrentamientos y la cercanía de la hora cero del bloqueo armado, al menos 50 niños fueron evacuados desde el sector Las Brisas, una zona rural de Istmina, hacia el casco urbano para proteger sus vidas. Esta operación, que se llevó a cabo con gran urgencia, resalta la gravedad de la situación en la región.
La situación de orden público en esta zona del país es crítica. El Ejército Nacional, en compañía de la Policía, ha incrementado su presencia en la región con el fin de garantizar la seguridad de los habitantes y restaurar el orden. Sin embargo, la constante amenaza de ataques y enfrentamientos ha generado un ambiente de temor e incertidumbre entre la población.
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Las organizaciones humanitarias y las autoridades locales han hecho un llamado urgente al gobierno nacional y a la comunidad internacional para que se preste atención a la crisis humanitaria en el Chocó. La falta de recursos y la limitada capacidad de respuesta ante emergencias médicas y humanitarias han puesto en evidencia la vulnerabilidad de la región, que enfrenta no solo la violencia armada, sino también problemas de salud pública que podrían desencadenar en una tragedia mayor si no se toman medidas inmediatas.
Por el momento, la Cruz Roja Colombiana y otras organizaciones de socorro están en alerta y preparadas para intervenir, siempre y cuando las condiciones de seguridad lo permitan. Mientras tanto, los habitantes del Chocó permanecen en un estado de confinamiento y angustia, a la espera de una solución que permita restaurar la normalidad en sus vidas y garantizar su seguridad.
Esta situación pone de relieve la necesidad urgente de diálogos y negociaciones que permitan llegar a un acuerdo de paz que termine con el conflicto armado en la región y proteja a la población civil de los estragos de la guerra.