Estudio evidencia crítico panorama laboral para los jóvenes en Colombia
Un estudio prospectivo de empleo joven en América Latina, realizado por Ayuda en Acción y la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal), permitió detectar las barreras que se siguen presentando en el campo laboral de los jóvenes, de cara al 2030.
La evolución evidenció que los empleos tradicionales en agricultura y manufactura se están reduciendo, teniendo en cuenta que en los próximos años la mayoría de jóvenes ingresará al sector servicios, cuya expansión plantea serios desafíos de productividad y sostenibilidad.
"Sin políticas públicas específicas para mitigar estos riesgos, las tasas de desempleo e inestabilidad laboral podrían crecer, sobre todo ante el impacto del cambio climático y otros procesos migratorios que intensifican la competencia laboral en zonas urbanas," señaló Matías Figueroa, director del Programa Europa de Ayuda en Acción.
El estudio subrayó el riesgo de que, a mediano plazo, la falta de políticas públicas específicas para enfrentar los desafíos del sector servicios conlleve un aumento en la precariedad laboral y el desempleo juvenil.
“Los mercados laborales de la región se caracterizan por problemas estructurales donde resaltan las desigualdades y, principalmente la situación de desventaja de las personas jóvenes. No sólo les cuesta más encontrar empleo, sino que, cuando lo hacen, acceden a trabajos de menor remuneración y mayor desprotección”, señaló Andrés Espejo, vocero de Cepal.
Destacó que según los datos del informe, en 2022, más del 20% de las personas ocupadas entre 15 y 29 años reciben ingresos laborales menores a la línea de la pobreza y más del 37% reciben salarios menores a los mínimos nacionales. Esto tiene un claro efecto en la incidencia de la pobreza, siendo la infancia y la juventud las más afectadas: el 31% de las personas entre 15 a 19 años se encontraba en situación de pobreza, y el 8,5%, en situación de pobreza extrema".
El informe señala que "estos porcentajes disminuyen a 22% y 5,7%, respectivamente, en la población entre 20 y 24 años, y a 21,5% y 5,6%, respectivamente, en la población entre 25 y 29 años”, explicó.
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Destacó que ningún país entre ellos Colombia ha logrado universalizar la finalización de la secundaria: las tasas de población adolescente con secundaria completa varían desde menos del 50% hasta el 90% en algunos países.
“Las desigualdades se intensifican en la educación superior y en las personas afrodescendientes e indígenas. Otro aspecto a tener en cuenta es que la productividad laboral de la región se ha estancado, y se proyecta una trayectoria negativa de crecimiento económico. Esto reduce las oportunidades para crear empleos formales y de calidad para los jóvenes, Adicionalmente América Latina es la región más desigual del mundo, y las disparidades se manifiestan, entre otros factores, en el acceso a la educación de calidad y a oportunidades de trabajo decente, lo que perpetúa círculos de pobreza y exclusión”, manifestó.
Dijo que en este mismo escenario, el 70% de la juventud ocupada en 2030 se concentraría en los servicios públicos y empresas (34,6%), comercio (30,2%) y servicios básicos (6,4%). Mientras que un menor porcentaje se ubicaría en manufactura (13,3%), agricultura (8,2%) y construcción (7,4%).
“Estamos presentando hoy este estudio que esperamos aporte en el análisis del tema. El futuro del empleo juvenil en América Latina depende de una acción coordinada y estratégica por parte de gobiernos, organizaciones y actores sociales. Solo con políticas públicas orientadas a la inclusión, la equidad y el desarrollo sostenible será posible transformar la realidad laboral de los jóvenes en la región”, insistió María Isabel Cerón de Souza, representante para Colombia de Ayuda en Acción.
Estrategias
En el marco de la presentación del estudio Ayuda en Acción y Cepal le propusieron al Gobierno Nacional, encabezado por la ministra de Trabajo, Gloria Inés Ramírez, hacer énfasis en áreas que permitan contrarrestar estos desafíos y garantizar empleos dignos para los jóvenes.
⦁Formalización del empleo juvenil: El estudio recomienda la implementación de programas orientados a reducir la alta tasa de informalidad laboral, brindando protección social y mejorando la calidad de los empleos.
⦁Generación de empleos de calidad: Enfocándose en sectores de alto valor, con especial atención a servicios públicos, tecnología y energías sostenibles, sectores que ofrecen mayor estabilidad y oportunidades de desarrollo.
⦁Reducción de las brechas de género: Resulta esencial para garantizar la inclusión de las mujeres jóvenes en empleos de calidad, promoviendo la equidad en las oportunidades.
⦁Fortalecimiento de sistemas de información laboral: Dotar a los jóvenes de datos actualizados y fiables sobre el mercado laboral es fundamental para facilitar su inserción laboral.
⦁Invertir en educación y formación: Desarrollar programas de capacitación profesional y reforzar la calidad de la educación y la formación técnica permitirán a la juventud responder a las demandas cambiantes del mercado laboral, especialmente en un entorno de alta automatización y transformación digital.