Los cambios que debe identificar para saber si su hijo está siendo abusado sexualmente

La Fiscalía General de la Nación dio a conocer, por medio de un comunicado oficial, que un hombre en Togüí fue enviado a la cárcel después de que un fiscal de la seccional de Boyacá le presentará al juez de control de garantías las pruebas que demuestran que abusaba de su hija desde los diez años de edad. 

Frente a este tema, la psicóloga Laura Zabala, terapeuta en salud mental con enfoque de género, manifestó que lo más preocupante en el departamento de Boyacá en estos casos de abuso sexual en menores de edad es que hay muchos que no se reportan o son normalizados; por ende las cifras no son reales, lo que genera que no haya un impacto para contrarrestar esta situación en el departamento.

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Según la profesional, Boyacá es una de las regiones del país donde más se presentan estos hechos y donde más se ha normalizado el trueque de menores por plata: 

“Conozco casos que no son reportados porque tienen la aprobación de sus padres. Un ejemplo que lo explica es la menor de 13 años que es entregada al vecino de la finca como su esposa, en el acuerdo de que él mantiene todo el hogar porque hay otros niños y ella ya está grandecita y puede sacar a la familia adelante”, es uno de los casos hipotéticos que específica Zabala para demostrar este escenario.

El llamado para los padres de familia es buscar ayuda profesional desde el momento en que lo menores registren cambios en su comportamiento, en sus gestos y en sus emociones. 

“En el comportamiento empiezan a cambiar. En las emociones tienen estallidos de rabia exagerados frecuentemente con su lugar seguro, es decir, con los padres o abuelos y, en sus gestos, hay retrocesos en procesos de desarrollo, como orinarse o hacer popo otra vez en la cama. No quieren tener contacto con su cuerpo, no se quieren bañar, ni comer y no pueden dormir”, esto expresó Zabala. 

Estos casos se pueden prevenir desde la primera infancia. Por medio del juego, las canciones, los cuentos, los dibujos y demás, se les debe enseñar que el cuerpo no se debe tocar excepto por su mamá o su cuidador. Además, es vital inculcarles a los niños la importancia de usar su voz para manifestar lo que sienten y a decir NO. 

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“Un abuso sexual lo podemos representar como cuando nos rompen una pierna, uno tiene que acudir a especialistas, a un proceso de tratamiento porque el abuso sexual es una ruptura dentro del ser, se necesita de un tratamiento para poder enfrentar esto y modificarlo. Tres herramientas para lograrlo son: escribir, hacer ejercicios de meditación y respiración que ayuden a regular la ansiedad y las emociones y buscar espacios de conexión con las actividades que más les guste”, son datos esenciales que informa la especialista para saber cómo afrontar el tema.